Las víctimas son familias propietario de perros de raza. Los victimarios son jóvenes que circulan en bicicleta.
El último caso se dio el domingo con una familia que se domicilia en calle 7 entre 40 y 42. Los rateros que montaban una bicicleta pasaron por el sitio, uno de ellos se bajó y por sobre la protección (especie de berja) se apoderó del can.
Los motivos según los últimos casos sería pedir un rescate que nunca excedería de los 70 pesos. En este sentido se presentan a la víctima e indican que encontraron un perro que lo tienen encerrado y explican que para devolverlo deberá abonar, 50, 60 0 70 pesos.
La segunda opción sería vender los perros a una tercera persona (que ignoraría la procedencia) por una cifra menor a los cien pesos.
En este sentido, existe barrios como 9 de julio en calle 55, o 54 que a la tardecita de determinados días (generalmente cuando se produce un robo) existen jóveens que timbrean casa por casa y venden el producto del ilícito que puede ir desde una herramienta a un pasacasets.
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