Justamente, Huber estuvo en Pergamino participando en una charla sobre el tema que fuera organizada por el INTA y la firma Rizobacter. Tras la misma, conoció el INTA Pergamino y allí tuvo la posibilidad de intercambiar experiencias con los técnicos locales.
La presentación del especialista giró en torno a la información acerca de los nutrientes y su relación con las enfermedades. Más que la presencia de nutrientes, su experiencia se basó en la disponibilidad, ya que en algunos casos está presente pero no disponible.
“Lo que más me interesa es el balance entre los nutrientes porque si tomamos individualmente nutriente por nutriente el efecto es variable para un mismo cultivo y a veces para la misma enfermedad de acuerdo a otras condiciones ambientales (clima, suelo –sobre todo el tipo de suelo-) no hay una respuesta general de la relación”, explicó Huber.
-¿Qué considera importante tener en cuenta en nuestro país? -El tema es complicado en el sentido que en Argentina el manejo habitual -por obvios motivos- es a través del síntoma. Entonces en muchos casos intuyo que pueden llegar a estar teniendo problemas que no están viendo porque son asintomáticos.
El hecho de no ver síntomas no garantiza que no haya problemas ya sea por falta o por sobra. Por ello creo que hay muchos temas que no están claros en cuanto a si hay o no deficiencia. En esos casos hay que hacer estudios mucho más profundos. Muchas veces no se ven síntomas y cuando se ven el grado de deficiencia es demasiado alto, por eso recomendamos actuar antes.
|