En el horizonte, las elecciones presidenciales del año que viene y, por esos días también, las elecciones en la AFA. Grondona y el Gobierno son socios, pero si pudieran cortar esa relación lo harían cuanto antes. Daniel Vila, máximo dirigente de Independiente Rivadavia de Mendoza, lanzó este fin de semana su candidatura al sillón de “Don Julio”. Vila, dueño de uno de los multimedios más importantes del país, es anti-Gobierno y anti-Grondona.
El río está revuelto, y quienes también lo hicieron notar fueron representantes del fútbol del interior, los dirigentes del Torneo Argentino A, la tercera división que juegan los equipos indirectamente afiliados a la AFA. Veinticuatro clubes comenzarán dentro de dos semanas una temporada que tiene como premio un solo ascenso a la Primera B Nacional y una promoción con un representante de esa categoría.
En cambio, los descensos son dos, al igual que la cantidad de repechajes con equipos del Argentino B. Y los clubes que al cabo de la temporada mantengan la divisional, gozarán del derecho de jugar en 2011-12 un torneo que, de momento, es “híper-deficitario”.
Seis de esos veinticuatro equipos son de la provincia de Buenos Aires: Douglas Haig de Pergamino, Huracán de Tres Arroyos, Rivadavia de Lincoln, Santamarina de Tandil, Unión de Mar del Plata y Villa Mitre de Bahía Blanca. Estos y el resto recibirán mensualmente de la Asociación del Fútbol Argentino un subsidio de 22.750 pesos en concepto de, entre otros, televisación; las transmisiones están a cargo de una empresa de Vila.
Según Raúl Escudero, de la comisión normalizadora de Ramón Santamarina, “22.750 pesos es el gasto de un viaje de visitante. Y cuando jugamos de local hay que pagar el operativo policial y si el árbitro viene de muy lejos, entre traslado, hospedaje, etcétera, se van 5 ó 6 mil pesos”. Javier Martínez, presidente de Douglas Haig, agrega: “Por reglamento tenemos que hacer ocho contratos que de gastos de aportes tienen un costo de 8 mil pesos mensuales.
A eso se suman los sueldos, que como mínimo son de 2.500”. Por su parte, Francisco Pagano, al frente del fútbol de Unión, expone una situación particular de su club: “A nivel gubernamental no contamos con el apoyo de nadie. Tenemos que pagar el uso del estadio mundialista, que son 120 mil pesos de alquiler al año. El subsidio no alcanza y desde el Gobierno, con cosas como las del estadio, te ponen piedras en el camino”.
Los 22.750 pesos fueron el detonante. Cada uno de los equipos que juega la Primera B Metropolitana, la tercera división de los directamente afiliados a la AFA, percibe por el mismo concepto y con los mismos premios y castigos deportivos -ascensos, descensos y promociones- 120 mil pesos. “El fútbol se divide entre afiliados y no afiliados, pero los dos jugamos en tercera división y nos pagan 100 mil pesos menos”, dice Martínez, de Douglas Haig.
Pergamino está más cerca de Buenos Aires que Junín y entre Junín y Pergamino hay menos de cien kilómetros. Sin embargo, Douglas Haig, histórico en los torneos de ascenso de AFA, nunca pudo afiliarse a la entidad madre, como sí está afiliado Sarmiento de Junín, que compite en la B Metropolitana y mensualmente recibe 100 mil pesos más que su “vecino”. “Sarmiento goza de un estatus mayor, recibe mucho más dinero y así te supera en todo: te saca jugadores, monta una estructura...
Cuando estábamos en el Nacional B gestionamos la afiliación, pero es imposible. Y entonces quedamos afuera, representados por la liga local, un sistema obsoleto”, afirma Martínez. “Yo estoy convencido de que el fútbol se va a reestructurar, se tiene que dar sí o sí, es una división ridícula. Mientras tanto, el que tenga la fortaleza de aguantar, seguirá en carrera; el que no, se quedará en el camino”, completa.
Huracán de Tres Arroyos en los últimos años pasó por todas las categorías, incluyendo la Primera División. Y para su presidente, José Viejo, “el planteo va mucho más allá. La discusión tiene que ser qué fútbol queremos. Lo vemos en Primera, cómo están los clubes, todos inhibidos. O el papelón del Mundial.
En todas las categorías son los mismos avatares”. Y coincide con Martínez: “Hay dos o tres tipos de fútbol: el que es fundador de AFA está de un lado, el que no es afiliado está de otro. La entidad madre tiene que contemplar a todos por igual”. Sin embargo, plantea Viejo, “todo queda a voluntad de veinte tipos que levantan la mano en Buenos Aires. Si son obsecuentes, nunca va a cambiar nada”. (DIB) GML
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