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29/07/2010
Garrafas sociales

La continuidad de un grave problema, aún sin soluciones


Cientos de personas se agolpan pasando largas horas para lograr llegar a una garrafa social con un valor económico de 16 pesos. Sin embargo en pocos minutos que estuvo un cronista en el lugar pudo observar autos de alto valor económico donde se cargaban idénticas garrafas....


“Nadie puede gobernar sin saber donde esta pisando".


La frase pertenece al fallecido Arturo Di Prieto cuando asumió como Jefe Comunal de Hughes. Su gran administración le sirvió para escalar por fuerza intelectual. En dos periodos fue Ministro de la Producción de Santa Fe, luego Director del Banco Nación y finalmente Senador Nacional. Sin embargo en aquellas horas donde comenzaba su gestión en la pequeña localidad santafesina, lo primero que realizó fue un censo casa por casa.


Entre los ítems que las encuestadoras iban llenando, estaba la pregunta con que medios se calefaccionaba sus gobernados y con que combustible cocinaba y que cantidad estimativa usaba.


Cuando le preguntamos porque tanta rigurosidad en el Censo "casero" nos contestó "Nadie sabe por donde puede venir una crisis y debemos estar preparados para resolverla, quien te dice que no tenga que administrar las garrafas o el kerosene".


Eso se llama gestionar. Cuando los funcionarios, ediles, y políticos locales, nombran al Estado se olvidan que también el Municipio es la primera rueda de ese colosal engranaje y el que por cercanía siente "palpitar a la gente".


Si el Municipio de Colón se hubiera preparado para una contingencia, sabiendo con exactitud que tipo de combustible usa la gente para cocinar y calefaccionarse, -entre otras cosas- hubiera sido más simple "gobernar" la crisis de la falta de garrafas sociales y resolver la situación de mejor manera.


En un Municipio moderno se debe gestionar hasta en las pequeñas cosas, muchas de ellas cotidianas. Por la falta de prevención asistimos a largas colas, con gente a la intemperie y peleándose por una garrafa de 16 pesos.


Lo notable es que en la propia cola había gente con poder económico para comprar la garrafa o el tubo de gas. Estas personas una vez conseguido el "botín" lo cargaban en autos de alto valor económico. Un Municipio ciego no puede distinguir los colores de un gato.

El paisaje delante del lugar de venta de gas es felinesco. Los propietarios del comercio salen a avisar a las personas que el camión llegará mas tarde porque sufrió la "pin- chadura" de un neumático. Entonces se reparten números, pero cuando llega el camión nadie respeta la cola y los números quedaron en el recuerdo.


Los Inspectores de Tránsito con buena voluntad ayudan a los empleados a alcanzar garrafas entre decenas de manos. Todo está al borde del colapso y la explosión. Dos patrulleros vigilan y hasta los agentes policiales colaboran en ayudar a la personas a recibir la garrafa social. En tanto paralelamente cuatro picaros sueñan con negocios millonarios….


En la Provincia

Las inspecciones del Ministerio de la Producción bonaerense realizadas en la última semana detectaron que el 60,86 por ciento de los comercios de la provincia sigue vendiendo garrafas con sobreprecios.
Así lo informó esa cartera bonaerense luego de inspeccionar la semana pasada 92 comercios de los municipios de Tandil, General Pueyrredón, Bahía Blanca, Punta Alta, Olavarría, Berazategui, Quilmes, General Alvarado, Azul, Pinamar, Villa Gesell, Avellaneda y Lanús.


De este total, 56 comercios (el 60,86 por ciento del total) no cumplían con la legislación vigente. El Anexo IV de la Resolución 1071/08 de la Secretaría de Energía de la Nación establece los precios máximos en los que deben venderse las garrafas. Así la de 10 kilogramos cuesta 16 pesos finales; la de 12 kilogramos, 20 pesos y la de 15 kilogramos, 25 pesos. No obstante en comercios del Gran Buenos Aires, según las denuncias de los propios consumidores y datos suministrados por el organismo nacional, estos elementos se podían encontrar con valores que superaban lo establecido.


"Llamamos a la responsabilidad de los comerciantes para que vendan las garrafas al precio estipulado por la Nación", dijo el ministro de la Producción, Martín Ferré, y agregó que "desde el 30 de junio hemos infraccionado a 174 comercios que no cobraban correctamente las garrafas y tampoco exhibían sus precios".


Ante cualquier situación anómala los consumidores pueden realizar consultas y reclamos a la línea gratuita de Defensa del Consumidor de la Provincia 0800-222-9042 (de 9 a 18) o a las distintas Oficinas de Información al Consumidor que funcionan en 90 Municipios.


Hasta el momento la cartera de la Producción inspeccionó 257 establecimientos comerciales dedicados a la venta de garrafas, de los cuales sólo el 32 por ciento (84 comercios) cumplía con todas las normativas.


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