En las últimas cinco campañas se realizaron en el marco del Proyecto Regional Agrícola del CRBAN, relevamientos de las principales enfermedades que afectan al cultivo maíz y a la vez se determinó el comportamiento sanitario de híbridos en ensayos comparativos de rendimiento de las Agencias de Extensión INTA y en lotes de producción de la zona norte de la provincia de Buenos Aires.
Cada campaña se presenta con diferentes condiciones climáticas, mientras la campaña 2008/09 presentó un importante déficit hídrico y las temperaturas medias y máximas superaron a la media histórica en los meses de noviembre, enero y marzo, la campaña en estudio se caracterizó por presentar abundantes precipitaciones sin que se registrase déficit hídrico en ninguna etapa del cultivo con temperaturas medias en el mes de noviembre y diciembre inferiores a la media histórica y altas temperaturas durante los meses de enero y febrero.
Enfermedades foliares Dentro de las enfermedades foliares todos los años se presenta Roya común del maíz causada por Puccinia sorghi con diferentes niveles de severidad dependiendo del cultivar empleado, de los biotipos del patógeno presentes y de las condiciones ambientales durante el ciclo (González, 2005).
En el ciclo 2009/10 durante estadíos vegetativos, se registraron temperaturas frescas; alta humedad relativa; formación de rocío por varias horas sobre la superficie foliar; fueron predisponentes para que en floración se alcancen niveles de severidad entre el 10 a 25 % en híbridos susceptibles, pero las elevadas temperaturas de enero limitaron el avance de esta enfermedad y en la mayoría de los caso no fue necesario realizar controles. El impacto que tiene la enfermedad en campañas con condiciones predisponentes, es la disminución del área foliar verde, madurez anticipada del cultivo y disminución en el peso los granos. (Couretot, 2009).
Otra enfermedad foliar destacada por su alta prevalencia esta campaña y en avance tanto en incidencia como severidad campaña tras campaña es tizón del norte causado por Exserohilum turcicum. Su incremento entre otros factores estaría asociado a la continuidad y aumento de la superficie bajo a siembra directa, a cambios y ampliación de la fecha de siembra. En la campaña 2007/08 sólo se observaba en maíces de segunda (siembras de diciembre), en la 2008/09 se presentó con bajos niveles en siembras de septiembre y octubre y con mayor intensidad en los de siembra de segunda (Couretot, 2009). Mientras que en la campaña 2009/10, se pudieron caracterizar híbridos en siembras de septiembre, octubre y noviembre con valores de severidad del 5-10 % en el estrato inferior y medio de la planta.
Asimismo en ensayos comparativos de rendimientos y en lotes de producción de maíces de siembra de segunda los altos niveles de tizón permitieron caracterizar híbridos con diferente comportamiento. De los híbridos evaluados el 50 % presentó elevados niveles de la enfermedad mientras que el otro 50 % tuvo niveles entre bajos y moderados. En algunos materiales las hojas del estrato superior de la planta alcanzaron una severidad del 45 %, mientras que otros presentaron mejor comportamiento frente a la enfermedad con niveles de 5 a 10 %.
En relevamientos realizados en lotes de producción, los más afectados por tizón fueron los de siembra de segunda en los cuales se observó madurez anticipada, incompleto llenado de espigas, disminución del peso de los granos, tendencia al quebrado de tallos y posterior vuelco de la planta causado por la removilización de nutrientes del tallo y el consecuente debilitamiento de los mismos.
La mancha en ojo ocasionada por Kabatiella zeae se presenta como una enfermedad foliar de menor importancia en la zona norte de la Provincia (Botta, G.L. 2001). Durante la campaña en estudio se determinó su presencia hacia fin de ciclo tanto en maíces de siembra de septiembre, octubre como en maíces de segunda. Inicialmente la lesión es acuosa, luego color castaño claro en el centro, rodeada por un anillo de color marrón/púrpura con un halo amarillo y con apariencia de un ojo (Fórmenlo, 2005). Los síntomas también se desarrollan en vainas foliares, tallos y chalas, pero se encuentran por lo general en las partes superiores de las plantas en madurez del cultivo (Gonzalez, 2002).
Enfermedades de raíz y tallo Los niveles moderados a altos hacia el final del ciclo del cultivo de las enfermedades foliares anteriormente mencionadas desencadenaron en algunos materiales la aparición de pudriciones de raíz y tallo (Sillón, 2008), que se presentaron con mayor incidencia y severidad que la campaña 2008/09. Dentro de las mismas se destacaron por su prevalencia Fusarium spp y Antracnosis causada por Colletotrichum graminicola.
Los síntomas se manifestaron y fueron más visibles hacia madurez del cultivo. Para el caso de antracnosis se observó un color negro brillante en la superficie del tallo, uniforme o en forma de estrías (Botta, 2001).También en algunos materiales en floración se detectaron plantas que presentaban las hojas superiores secas y el resto de la planta verde (top dieback), las cuales fueron examinadas en laboratorio y se detectaron lesiones con estrías negras en tallos que correspondían a síntomas típicos de antracnosis (Munkvold, 2002). El complejo de enfermedades basales causó dificultades en la cosecha por caída y vuelco de plantas en lotes cosechados hacia fines de marzo y abril.
Manejo de enfermedades de maíz El monitoreo de patologías que afectan al cultivo de maíz resulta de importancia para un eficiente manejo integrado de las enfermedades involucradas y disminuir las pérdidas de rendimiento ocasionadas por las mismas. Para realizar diagnósticos oportunos y adecuados para la toma de decisiones de control, resulta de suma utilidad cuantificar y evaluar el avance temporal de los principales patógenos foliares a partir de estadíos vegetativos V8/V9.
Las hojas que rodean la espiga (hojas de la espiga, hoja superior e inferior a la espiga), constituyen una adecuada referencia al momento de realizar evaluaciones a campo, considerando que las hojas que se encuentran por encima de la espiga contribuyen en un 90 % al llenado de granos y que por lo general las enfermedades foliares aparecen inicialmente en las hojas del estrato inferior de la planta (Véras da Costa, 2009).
Asimismo el conocimiento del comportamiento sanitario de híbridos frente a patógenos foliares mas frecuentes, es una herramienta que nos permite conocer con anterioridad la magnitud de los síntomas a evaluar y de definir estrategias de monitoreo para cada material en particular.
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