Rápidamente fue atendido y luego de los estudios fue curado y puesto en terapia intensiva esperando ser trasladado para extraerle el proyectil en un centro de alta complejidad y quedando fuera de peligro.
Según las primeras versiones la víctima había estado manipulando un arma que sería un revólver calibre 32 en la habitación de su casa donde se le habría escapado el disparo.
El muchacho fue auxiliado por su padre que se encontraba en otro ambiente de la casa y con una ambulancia lo trasladó al nosocomio local. El hecho aconteció en una casa del barrio Rivadavia en cercanías de calle 139 y 46.
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