Cuando las clases se retomen tras el periodo de vacaciones de invierno, Natalia Cuarenta –le dijo al bisemario El Civismo- que está dispuesta a pedir explicaciones a las autoridades del establecimiento educativo por lo ocurrido a su hijo Julián.
La mamá de Julián teme que lo que le pasó a su hijo pueda haber sido una versión diferente –si se permite la expresión-, suave y menos extrema del llamado “juego virtual de la asfixia” o “juego de la muerte”, una práctica importada de países anglosajones conocida como “schocking game” y que en nuestro país ya dejó varios adolescentes muertos.
Los casos más relevantes ocurrieron recientemente en la ciudad salteña de Rosario de la Frontera donde 8 chicos murieron ahorcándose con sus propias bufandas y en las afueras de El Bolsón y San Carlos de Bariloche. En Estados Unidos y Canadá se cobró la vida de 80 adolescentes durante un período de 5 años.
Ahora, la señora Cuarenta relaciona esos hechos con lo que le pasó a su hijo. Encuentra algunas similitudes y esto la atemoriza. Por esta razón, no sólo está detrás de una respuesta sino que da a conocer su caso para alertar a las autoridades lo que está pasando y a la comunidad en general.
Alerta
La señal de alerta de la madre de este menor surgió cuando su hijo le comentó que compañeros del curso le propusieron “hacerle girar el cuello”, de acuerdo a lo que habían visto en internet. “Pensé que era hacer ‘sonar’ el cuello pero no: era girar el cuello con la manos. Un chico le agarra la cara a otro con las manos y le hace girar la cabeza”, dijo.
Lo cierto es que el miércoles de la semana pasada, su hijo Julián sufrió una contractura cervical severa, un traumatismo al inflamárseles los ligamentos de su cuello. Horas después tuvo un trastorno llamado parestesia, una sensación anormal de los sentidos a raíz de una sensación de hormigueo y adormecimiento producido por una alteración del sistema nervioso que, por lo general, se da por una presión y lesión del nervio particular que alimenta la parte del cuerpo en donde se experimenta dicha sensación.
Al respecto, si una persona tiene, por ejemplo, una lesión en el cuello, puede experimentar la sensación en cualquier sitio a lo largo del brazo o la mano. De modo similar, una lesión en la parte baja de la espalda puede causar ciática: una sensación de entumecimiento u hormigueo en la parte posterior inferior de la pierna.
Julián tuvo todos los síntomas y efectos como resultado de la presión que recibió su cuello cuando uno de sus compañeros lo llevó al límite de su capacidad natural de torsión. “En realidad, la sacó barata porque pudo haber quedado cuadripléjico”, contó a este medio.
El menor debió ser internado, le realizaron estudios y su evolución se fue dando en forma favorable a medida que disminuía la inflamación en el cuello. Pero su madre ya solicitó una reunión con los directivos a la que espera acudir acompañada de otros padres ante la sospecha de que los chicos “han bajado algo (de internet) que los va a matar”.(DIB).
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