En un encuentro organizado por la Cátedra Libre por el Pensamiento Nacional y Popular "Rodolfo Achem y Carlos Miguel", realizado en la Universidad de La Plata, el abogado laboralista habló de la historia de los trabajadores argentinos a lo largo de estos 200 años y planteó algunas metas a seguir: “Todo aquello que conduzca a mejorar la participación de los trabajadores en la riqueza nacional es un objetivo a perseguir por distintos medios. Algunos tienen implicancia económica y otros tienen un sentido ético”, definió.
“La legislación de origen público, que nació con la dictadura militar, tiene que ser absolutamente derogada, después discutimos cual es la más valiosa, pero no podemos tener rigiendo relaciones laborales, entre empresarios y trabajadores por leyes de la dictadura, lo mismo pasa con la ley de entidades financieras, lo mismo pasó con la ley de medios de comunicación audiovisual, eso hay que sacárselo de encima”.
El legislador opinó sobre a temas de actualidad, así como el proyecto presentado por la oposición al gobierno nacional que prevé un aumento jubilatorio del 82 % móvil.
En referencia a este tema Recalde opinó: “Nadie puede estar en contra de un proyecto de ley que diga a partir de mañana todos los habitantes del país van a ser felices, ¿quién puede estar en contra? Hay que ver cómo. ¿Quién puede estar en contra de que el haber jubilatorio satisfaga todas las necesidades básicas y algo más que puedan tener los trabajadores que pasaron toda una vida laboriosa a tratar de gozar de la jubilación?, el tema es cuales son los medios. Me parece a mi que uno tiene que plantear esto como una cuestión de estado sin demagogia sin facilismos, sin mirar que pasa con las elecciones del año que viene en una palabra” “Frente a este debate es importante analizar cuáles son los medios”.
En este sentido, Héctor Recalde hace un paralelismo con la ley de los 90 de los ticket canasta para los asalariados la cual debió enfrentar: “Si yo planteo la derogación de los ticket canasta de la noche a la mañana voy a encontrar muchísimas dificultades, porque esto evidentemente aumenta el costo laboral para las empresas, entonces dije, hagámoslo en 10 bimestres. Pasaron los diez bimestres y no hay más ticket canastas. Durante 18 años no contribuyeron al sistema de seguridad social, o sea, a la previsión social, a partir de que ya terminaron los ticket canastas ingresaron al fisco 1600 millones de pesos anuales, de los cuales, 800 millones tienen destino directo la previsión social”.
“Que quiero decir con esto, hay modos de discutir cómo frente a una frazada corta, todavía estamos en medio de una crisis mundial. Pensando en este contexto ver cómo podemos acercarnos en este camino gradual, hay que discutir el cómo porque ahí quedan expuestas las filosofías y el posicionamiento que tiene cada sector de la sociedad frente a esta problemática”.
Propuesta
Desde el lado del oficialismo más que la propuesta se cuestiona la forma de implementarlo y la falta de ideas acerca de cómo llevar a cabo el proyecto. El asesor de la CGT recordó un plan presentado por él que se llamaba FEA: Fondo Empresario Anti crisis. De acuerdo con sus palabras esta propuesta implicaba que, “las empresas que ganan no mucho, sino muchísimo, una tasa de rentabilidad altísima, como puede ser el 20% anual, del excedente, una alícuota va para un fondo solidario para proteger el empleo”
“Aumentemos las retenciones de los derechos de exportación a las plantaciones y a la cosecha se soja discutamos eso y que vaya para los recursos de los jubilados para aumentar el 82 %, a ver si todos los que votaron en contra de eso destinan esos fondos, que están enriqueciendo a muchos grandes productores agropecuarios, que se destine a los jubilados, discutámoslo a ver si podemos llegar al 82 %”, enfatizó Recalde.
Bicentenario laboral
En la exposición brindada en el rectorado de la Universidad de La Plata, Recalde hizo un reconto de los 200 años de historia, de las luchas, los logros e injusticias que tuvo que enfrentar la clase trabajadora argentina.
Entre los hechos, más significativos nombrados por el también profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA), estuvieron la Ley de Residencia de 1902 que fue utilizada por los gobiernos argentinos para reprimir la organización sindical de los trabajadores expulsando principalmente a anarquistas y socialista.
En contrapartida a este suceso, detalló el protagonismo de los trabajadores a partir de 1945 con los sucesivos gobiernos de Juan Domingo Perón. Y se tomó la licencia de dividir al país en lo que según él son “tres décadas infames”: la primera a partir en 1930, la segunda llevada a cabo por la Dictadura militar a partir de 1976 y por último la que comenzó en 1989 con el gobierno de Carlos Menem protagonizada por las leyes de flexibilización laboral.
Vientos de cambio
En el final de su charla, Recalde habló del nuevo proceso de transformación que comenzó en 2003 y en referencia a la situación de los trabajadores, expresó que “lo que se está haciendo merece un aplauso”. “Mientras en Europa estaba defendiendo los despidos masivos, en Argentina masivamente discutíamos aumentos salariales, esto me parece la mejor expresión de cómo esta política económica que comenzó en mayo de 2003 está defendiendo los intereses nacionales. Yo podría decir una frase de Aldo Ferrer: “Aprendimos a vivir con lo nuestro”. Por supuesto que las consecuencias de la crisis económica financiera mundial en algo nos toca, pero nos defendimos muy bien con ejemplos extraordinarios de solidaridad”, agregó el abogado laboralista.
Por último defendió al actual gobierno y dijo que un solo proyecto justifica todo el mandato por la magnitud del mismo, en referencia directa a la Asignación Universal por Hijo.
Como expresó en una entrevista reciente: “Considero que todo proyecto es mejorable, la asignación por hijo también. Pero tiene una trascendencia estructural que va mucho más allá de lo que la gente cree. La asignación devolvió la diferencia entre el diez por ciento más pobre y el diez por ciento más rico a la situación de 1986, algo extraordinario. Bajaron considerablemente la pobreza y la indigencia.
También favoreció para mejorar las prestaciones de salud e incrementó la matrícula en educación. Además, creció la venta de calzado y vestimenta infantil. Pero hay algo que me conmueve más, aumentó la venta de juguetes. Ahí es cuando me miran con cara de oveja degollada como si esto fuera irrelevante; a mí me parece extraordinario”.
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