El programa de garrafa social, impulsado por el gobierno y apoyado por las empresas, fue en 2004 un paliativo para morigerar la crisis en los sectores más pobres al permitírseles adquirir en 600 puntos de ventas en todo el país cilindros de 10 kilos a un precio subsidiado, pero ese beneficio hoy no llega a quienes realmente más lo necesitan y en muchos lugares se pudo constatar que son cargadas con arena o agua.
En ese marco, el senador Gerardo Reverberi afirmó: “Hay una marcada escasez de garrafas sociales en el mercado de toda la provincia de Buenos Aires, que se agrava a partir de las bajas temperaturas y encima muchos ciudadanos fueron estafados, ya que en diferentes lugares se denunció que se vendían con agua o arena”.
La incitativa presentada por el legislador de la CC , solicita al Ejecutivo Provincial que se informe si se adoptó alguna medida tendiente a evitar la especulación de precios respecto a la venta de garrafas subsidiadas, como así también aclarar si existen sanciones para aquellos proveedores que incumplan el precio sugerido.
En tanto, la senadora Maria Isabel Gainza integrante del bloque de Senadores de la Coalición Cívica y miembro de la Comisión de Defensa de Consumidor en la Cámara Alta remarcó que “este problema comenzó luego de la puesta en marcha del programa garrafa social, ya que en ese momento pesaban menos o contenían agua, por lo cual tenían una mejor capacidad calórica. Ante esto el principal responsable es el Estado, ya que se debe ejercer el control y evitar estas maniobra”.
Por otra parte, la legisladora de la CC aseguró que: “A todo esto hay que sumarle el reparto poco claro de subsidios otorgados a las gasíferas, pero desde el Gobierno niegan la realidad de lo que ocurre
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