Es cierto que se perdió un solo partido pero también es cierto que fue ante el primer equipo serio que enfrentaba. España fue el campeón aunque a mi gusto no me terminó de convencer.
Quizás se exageró con virtudes a un conjunto que le ganó a Portugal con un gol en off-side de Villa, a Paraguay restando 8 minutos, a Alemania con una pelota detenida y a Holanda en tiempo suplementario a falta de 3 minutos.
Todos por un gol y ninguno con una jugada asociada, virtud que todo el mundo futbolístico remarcó que tenía el conjunto de Del Bosque.
No hubo sorpresas ni innovaciones tácticas. Tampoco un jugador que sobresalga. Si hasta el goleador tuvo que ser elegido por las asistencias dadas debido a la igualdad de tantos ( Muller de Alemania).
Para mi la mejor demostración de fútbol fue lo que mostró Brasil en el primer tiempo ante Holanda: táctica, estrategia, técnica, presición, cambios de ritmo, improvisación, entre otras cosas.
Claro que en el segundo tuvo 25 minutos fatales. La revelación fue Uruguay y la decepción Italia e Inglaterra.
Con el correr de los años este mundial habrá dejado tan poco para rescatar que será recordado no por el título de España sino por los aciertos certeros del pulpo Paul.
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