Pero a tres años de su entrada en vigencia, todavía restan poner en marcha algunos ejes de la norma, en un proceso que fue considerado como "lento" por diversos sectores relacionados con la problemática, que señalan que habrá que revertir cuestiones culturales muy arraigadas en la sociedad y en el Estado para que la vigencia sea plena.
Algunos puntos que se cuestionan son que todavía falta el nombramiento del Defensor de Niños, Niñas y Adolescentes; La calidad de los centros de contención de menores; la falta de estadística respecto a los menores en situación de riesgo y las pocas alternativas al encierro.
En una entrevista con el secretario de Minoridad de la provincia, Pablo Navarro, señaló que el gran desafío es "que todos los actores del sistema se sientan comprometidos y que los recursos que pone el Estado estén bien dirigidos en todos los niveles: municipal, provincial y nacional y que las áreas clave como son educación, salud y seguridad estén a la altura de las circunstancias".
Las políticas públicas para la niñez son históricamente una cuenta pendiente, pese a que la Ley de Menores dio un vuelco en el modo de tratar la problemática y establece por encima de toda la promoción y la protección de sus derechos. "Costó mucho reemplazar los conceptos asis tencialistas y clientelistas del Estado, nos regimos durante años con la Ley de Patronato y en muchos sectores están muy arraigadas algunas prácticas" y aunque admite que aún ciertos resortes de la ley restan implementarse la principal traba para lograrlo "no son los recursos, sino las prácticas y estructuras pater- nalistas del Estado, que ante un chico en situación de riesgo, la única acción siempre fue institucionalizarlo".
Navarro se muestra optimista en cuanto a las posibilidades que da a los niños la nueva norma y señaló que "se trata de incluir a los chicos en el sistema y no marginarlo, llevamos mucho tiempo recorriendo los distritos, explicando los cambios, porque la base de un buen funcionamiento es que todos los actores del sistema deben mejorar sus prácticas "porque una ley no alcanza para modificar las practicas si no hay convencimiento y no hay un cambio cultural ".
Con todo, el funcionario admite que más recursos para el área serían fundamentales considera que la niñez debe verse como una política integral "el contexto es propicio si la escuela colabora en mantener al chico escolarizado y en ese sentido la asignación universal por hijo ayuda mucho y todos los planes como el Envión que contribuyen a dar herramientas a los jóvenes para que se mantengan dentro del sistema".
Abogados, jueces, trabajadores sociales y ONG priorizan la importancia de los organismos locales, Navarro asegura que ya están creados en 112 de los 134 municipios esos foros locales, que tienen como meta trabajar de modo interdisciplinario ante una situación de vulnerabilidad.
El problema es que en la mayoría de los casos el proceso es muy lento y se está en la etapa de capacitación, de ver modos de resolver situaciones, "se está en una etapa primaria, de ver como se fortalecen y comienzan a interactuar con otros foros locales y zonales", dijo Navarro.
PLAZOS
Respecto de los plazos que podrán verse en la práctica las modificaciones, Navarro precisó que "quiero ser optimista, la Ley está en marcha, pero el trabajo es inmenso y los tiempos dependerán del compromiso que asuma cada uno desde su lugar". Y ejem- plificó: "la maestra que advierte que un chico dejó de ir a clases o el médico de la salita que sistemáticamente asiste al chico con golpes".
Al respecto, la asistente social e integrante del consejo de Promoción y Protección de los Derechos de la Niñez de La Plata, Daniela Martínez Rizzo, coincidió en la importancia de la escuela: "hay que trabajar el ausentismo para evitar la deserción, trabajar sobre la conducta, los cambios en la escuela pueden ser una posible causa de violencia doméstica".
Y agregó: "se necesita una buena percepción sobre las estrategias de abordaje para no equivocarnos, porque una cosa es un niño que golpea la puerta pidiendo ayuda y otra cosa es trabajar ante posible indicadores de un chico en riego, antes de que la situación se agrave y agregó "un Estado presente es el que advierte situaciones y ahí es donde hay que apuntar, de ahí la importancia de trabajar mucho sobre la responsabilidad de cada uno".
Navarro insiste en la importancia de los centros locales para detectar a los chicos en riesgo y darles alternativa que no siempre son la exclusión del hogar: puede ser sacar a un golpeador de la casa; llevar a los chicos a un comedor o darle ayuda social sus padres.
La abogada de la Asamblea Permanente por los Derechos de la Niñez, Carola Bianco manifestó que "somos muchas las fuerzas sociales que impulsamos el cambio, por eso es importantísimo trabajar ante los que se resisten al cambio" y agregó "todavía hay contradicciones pero los padres y los chicos empiezan a entender que ellos y sus padres tienen derechos y que el mejor lugar para un chico es su casa, la de un familiar o un vecino y que el instituto debe ser la última alternativa".
La trabajadora social Carmen Gutiérrez, grafica la situación "los chicos de la calle son la cara visible de las fallas que tenemos desde el Estado y la sociedad, y el trabajo incluye el ir a buscar a los chicos" y agrega "nos falta más trabajo de los servicios locales, un trabajo articulado por cada barrio para detectar y dar respuestas y ahí además intervine la cuestión dinero, el Estado debe dar una alternativa a una situación de miseria".
Navarro asegura que varios foros locales como Saladillo, Junín y 9 de Julio piensan que "el objetivo es hacer visible la situación de los chicos y eso es un trabajo conjunto, los concejos locales no tienen decisión ejecutiva, están para advertir, y monitorear y elevar el reclamo a la provincia, la verdad es que es complejo porque el trabajo es muy artesanal".
Bianco señala que hay distintos niveles de exigencia "si vos como ciudadano denuncias un chico en la calle, la dirección de niñez del municipio está obligada a intervenir, hoy hay mucho parche y en muchos casos no hay un trabajo integral".
Para el Defensor de Menores de La Plata Julián Axat, "sería importante que el Estado invierta más en los chicos, especialmente en los institutos" y advierte que "todavía hay contradicciones, va a llevar mucho tiempo desandar y volver a construir y como sociedad hemos abandonado mucho".
EL TRABAJO
Para abordar la problemática de los niños, se ordenaron regiones en función de los 18 departamentos judiciales para hacerlo más operativo, pero en todos los casos es indispensable la ayuda de la comunidad: el padrino que abriga, el vecino que avisa cuando advierte una citación irregular; el que denuncia y quien sale de testigo, la directora que decide mantener el chico escolarizado pese a que a veces es un problema para la maestra. Navarro sostuvo que es nuestra prioridad que los chicos no se vayan del sistema, tenemos que ade- cuarnos culturalmente y aunque falta mucho, hay que generar agentes multiplicadores ".porque desde el parche a la invisibilidad el camino es muy corto".
Gutiérrez coincide en la corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad civil "el chico dejó de ser un objeto, para transformase en un sujeto de derecho, si tiene falta de necesidades básicas es obligatorio asistirlo. Es un nuevo paradigma y las prácticas de 100 años de historia hay que cambiarlas y cuesta.
"Por eso decimos que el trabajo desde la Asamblea y otras organizaciones de la sociedad no depende de los recursos que destine el Estado, sino que por un lado tenemos una sociedad que pide seguridad y ve a los chicos como sujetos peligrosos, entonces lograr esa sensibilidad social es un objetivo clave", explicó Carola Bianco.
Desde la Asamblea se busca la aplicación de programas dentro de la ley 13.298 de Promoción y de Protección, que tiende a un proceso de transformación en oposición a las soluciones "efectistas y mediáticas" .
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