Daniel Cecchini y Jorge Mancinelli
Presentaron el libro "Silencio por Sangre" (Dypra/GEI) - El libro, "Silencio por Sangre, la verdadera historia de Papel Prensa", de los periodistas Daniel Cecchini y Jorge Mancinelli, presentado la semana pasada en Capital Federal, relata la "la complicidad de los dueños y directivos de los tres diarios más importantes de la Argentina con el Estado terrorista, para apropiarse de la empresa que les permitiría monopolizar la producción del papel de diario"....
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Los autores explicaron que la investigación periodística llevada adelante muestra "cómo estos diarios se la jugaron claramente por la dictadura. En el libro analizamos las publicidades de Clarín en esa época y realmente es clarísimo cómo jugaron a favor de la dictadura, incluso con operaciones de inteligencia que permitían la captura de disidentes políticos".
Esa maniobra de apropiación formó parte de la alianza estratégica entre la dictadura iniciada el 24 de marzo de 1976 y los representantes de los grupos económico-mediáticos más grandes del país, que necesitaban a los militares para eliminar a la disidencia política y social que se oponía a sus intereses. Los dictadores, por su parte, exigían no sólo una prensa silenciada mediante la censura, sino medios cómplices de sus políticas y de sus acciones. "Esa misión la cumplieron Clarín, La Nación y La Razón y, a cambio de ello, recibieron el monopolio del papel de diario, una suerte de dictadura contra la libertad de expresión".
En 1977, el Grupo Graiver fue despojado ilegalmente de Papel Prensa S.A., en una operación que -más allá de sus motivaciones políticas y económicas- desnudó el feroz antisemitismo de los militares en el poder. Para lograr sus objetivos, los dictadores utilizaron presiones, amenazas, secuestros, desapariciones, torturas y asesinatos. Paralelamente -y en pleno conocimiento de la utilización de estos instrumentos del terrorismo de Estado-, los propietarios de los tres diarios crearon una empresa fantasma con la única finalidad de quedarse con las acciones de Papel Prensa que los herederos y socios de David Graiver fueron obligados a entregar.
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