Sin embargo, todo el circo no le hace olvidar de que no tiene garrafa, y para eso agarró el cortito "vengador" y se fue para el boliche "La Milanesa" para hacerse una grageas con grapa y "matar" algunos microbios que le enrojecieron la garganta.
Al no encontrar garrafas en su periplo se fue a la Municipalidad y ahí después de recorrer tres oficinas, le dijeron que tienen que presentar una denuncia que ira a la Capital Federal, y que de allá mandarán inspectores para constatar la supuesta falta que comete el comerciante.
El Pirincho flojo en matemática, pero rápido para contar los kilómetros y dividirlos por dos, contestó:
¿Pero van a llegar a fin del invierno cuando yo necesite kerosene para hacer cubitos en la heladera que me dejo de herencia mi abuela? El funcionario, subió un poco la calefacción por gas natural y le reprochó ¡ La ley es la ley, y el Código es el Código, y una ordenanza aunque no se cumpla es una ordenanza, vaya amigo y pode un árbol si quiere combustible más eficaz". (continuara)
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