Los minutos pasan lentamente y cuando el frío mezclado con el viento se hace más intenso se abre el portón y se le comunica a los consumidores que no hay garrafas en existencia. Una falta de respeto total y un gran indicio de un Estado Municipal ausente para delimitar donde se debe "jugar" esta creciente problemática. Sin embargo - según nuestros lectores- dos días antes, garrafas de similares características se vendían en algunos comercios de nuestra ciudad a 45 y 48 pesos. Por algunos "vivos", centenares de familias no pueden cocinar y calentarse porque no hay garrafas. En tanto, funcionarios municipales (muy formalmente), en un escenario que nadie puede ignorar, salen a decir que se necesitan denuncias de los consumidores para actuar. El papel con la denuncia tendrá un largo peregrinar y vaya a saber cuando se encuentra una respuesta eficaz.
Parece que actuar de oficio es mala palabra. Ni la Justicia "tan presurosa" para dar intervención y allanar domicilios por el "robo de señal de cable" parece darse por enterada que miles de "hermanos" que pagan sus sueldos están padeciendo un calvario. El sentido común nos indica que es claro el delito que se esta cometiendo.
Si no hay garrafas a 16 pesos, porque esa misma garrafa se vende a 48pesos esquilmando a los que menos tienen. Acaso no es una especulación abusiva (agio).
Por último, damos otro ejemplo: el jueves pasado, a media tarde se le comunica a la gente que no hay garrafas. Una mujer que estaba haciendo cola, desde muy temprano nos señala "es mentira, vimos cuando llegó el camión cargado de garrafas".
Por último, si un Estado Municipal no puede encontrar un resquicio legal para evitar este "robo" a los más desprotegidos, cerremos las puertas, apaguemos la luz y dejemos que tres " comerciantes" nos regulen la economía.
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