El departamento deliberativo, que había resuelto conformar una comisión investigadora para resolver las responsabilidades del intendente, debatió en la última sesión sobre la suerte del funcionario, y la negativa del bloque oficialista salvó a Carossi de ser suspendido por 90 días, con la posibilidad de ser destituido.
La votación terminó 9 –votos de la CC y una agrupación local- a 5 –FpV- contra el intendente, sobre un total de 14 ediles, por lo que un voto más en contra lo hubiera dejado afuera de la intendencia de manera provisoria.
Carossi era cuestionado por las muertes de Miguel Portugal y Giuliana Giménez, quienes fallecieron luego de ser atropellados por una camioneta de la municipalidad conducida por dos inspectores de tránsito, quienes, según denuncian los vecinos, venían persiguiendo a los jóvenes.
Al conocerse el hecho, cientos de vecinos se acercaron a la municipalidad local y provocaron serios destrozos al enfrentarse con la policía, mientras reclamaban la renuncia del intendente, a quien acusaban de sostener en el área de Tránsito a un funcionario que pedía que se “persiguiera” a motociclistas en infracción.
Tras la sesión, Margarita Ayala, madre del joven fallecido, indicó que “me voy mal porque como no le sucedió a ellos no les importa, solo quieren cobrar, a pesar de que la mayoría votó a favor de la suspensión no me llevo nada. Esto es lo que tenemos en Baradero, una manga de sinvergüenzas”. (DIB)
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