Según el estudio "la crisis de las hipotecas subprime a mitad del año 2007 y la caída de Lehman Brothers un año más tarde, en el orden internacional", entre otros factores, "generaron incertidumbre en los mercados".
Pero "en el plano estrictamente financiero, se debe reconocer que la combinación de políticas monetarias y financieras adecuadas juntamente con un accionar prudente y responsable por parte de todos los agentes, fueron factores clave a fin de posibilitar que se atravesaran estas situaciones sin que se registraran mayores consecuencias".
"A su vez, en estos últimos años el sistema bancario ha mostrado una posición muy sólida en relación a su situación económico-financiera", afirmó el estudio, y puntualiza que, "A diferencia de lo que sucedió en otras ocasiones, la política cambiaria y el monto de reservas acumuladas por el Banco Central permitieron amortiguar el impacto de la crisis en lugar de expandirlo", continuó el informe.
Agregó que "la flotación administrada del tipo de cambio, la vigencia de un marco regulatorio y de supervisión bancaria adecuado y la oportuna implementación de los mecanismos de asistencia financiera de última instancia, han sido los componentes principales de una estrategia de política financiera que permitió preservar exitosamente la estabilidad financiera".
Argumentó con que "liquidez y solvencia muy por encima de los estándares internacionales, baja morosidad en la cartera crediticia, riesgo crediticio muy diversificado y ampliamente previsionado, descalces acotados", fueron algunas de las situaciones que pudieron observarse.
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