Este conjunto de enfermedades afecta a 10 de cada mil recién nacidos, y constituyen la causa del 23 por ciento de las muertes de menores de un año.
“Es prioritario para nosotros sumar recursos para reducir la enfermedad, y las cardiopatías tienen un peso notable en las muertes de menores de un año”, explicó el ministro de Salud provincial Alejandro Collia. En tal sentido agregó que “este año sumamos recursos humanos, equipamiento e infraestructura para que todos los chicos que nacen con cardiopatías puedan operarse cuanto antes”.
En el 80 por ciento de los casos las cardiopatías tienen tratamiento quirúrgico, por eso el Ministerio de Salud provincial se sumó, desde abril de este año, al Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas que, junto con el Plan Nacer, aportan fondos a todas las provincias para financiar estas cirugías que, en el sector privado, demandarían un costo cercano a los 70 mil pesos por intervención.
Según se informó desde el Ministerio de Salud nacional, el Plan Nacer destinó para el bienio 2010/2011, 53 millones de pesos para operar a chicos con cardiopatías en el sector público de la Provincia de Buenos Aires.
Con estos recursos y aportes de la Provincia, el hospital “Sor María Ludovica” de La Plata incorporó nueve profesionales al servicio de cardiocirugía, (intensivistas, cirujanos, perfusionistas e instrumentadoras), además de una bomba de circulación extracorpórea, un monitor multiparamétrico, un respirador, 2 frontoluces de fibra óptica, bombas a jeringas infusoras y servocunas.
“Con esta sumatoria de recursos pasamos de 20 a 28 operaciones mensuales por cardiopatías congénitas”, explicó Silvana Bencini, jefa de sala de Terapia Intensiva cardiovascular del hospital Ludovica de La Plata.
Hasta el año pasado, el Ludovica era el único hospital provincial con capacidad para efectuar estas intervenciones. Ahora el hospital Tetamanti de Mar del Plata sumó siete profesionales, un quirófano especialmente destinado para estas intervenciones, además de aparatología específica, como bombas de circulación extracorpórea, respiradores, oxímetros de pulso y monitores, que ya le permitieron efectuar unas cinco operaciones de este tipo.
Causas y diágnostico
Las causas de las cardiopatías congénitas son diversas, por un lado se atribuyen a virosis maternas o a que la madre haya padecido rubéola durante el primer trimestre del embarazo. Además, aparecen asociadas a otras patologías como el Síndrome de Down, ingesta de medicamentos no controlados o alcoholismo de la madre durante de la gestación.
“Las cardiopatías se generan en el primer trimestre del embarazo y en la actualidad es posible diagnosticarlas a partir del cuarto mes de gestación mediante una ecocardiografía fetal”, explicó Bencini.
La especialista agregó que lograr un diagnóstico temprano es clave para incrementar los controles y programar el nacimiento, de modo que el “parto o la cesárea se realice en un establecimiento cercano al que deberá trasladarse el bebé para su posterior operación”.
De no detectarse en el embarazo, las cardiopatías suelen no dar síntomas en el recién nacido. El cardiólogo infantil Claudio Iatsky, del hospital Tetamanti de Mar del Plata, advirtió que “uno de los signos de alarma que los papás deben tener en cuenta para consultar rápidamente es que el bebé se fatigue cuando le dan de mamar. El niño con insuficiencia cardiaca se agota al comer entonces deja de hacerlo y no crece como debería”.
El especialista destacó que el bajo peso, el color azulado, y el hundimiento de las costillas al respirar constituyen signos de alarma que deben motivar una consulta al pediatra porque existen posibilidades de que se trate de una cardiopatía.(DIB).
|