El joven veinteañero llegó al Restaurant de Rhasa, ubicado en Ruta 8, se sentó en una mesa, pidió vino y soda, comió fiambre, plato principal y postre y se escabulló sin pagar.
Fue a la Terminal se robó un celular y casi mil pesos y se tomó un remis a conocido prostíbulo santafesino.
Allí se habría gastado gran parte del botín, pero habría discutido con encargados y mujeres, por lo que fue denunciado.
La policía santafesina lo habría detenido en cercanías de la Ruta 8.
Seguramente el joven pensaría calavera no chilla. El médico policial habría suscripto que tenía cortes y golpes.
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