El acto de restitución se concretará a las 11 en el Museo, cuando se entreguen dos urnas con los huesos de los dos aborígenes, uno de ellos una joven llamada Damiana, quienes serán enterrados en una ceremonia especial en el Paraguay.
La restitución de restos humanos a la comunidad Aché será la tercera que realiza el Museo de La Plata pero la primera restitución que atraviesa la frontera argentina.
El 19 de abril de 1994 se restituyeron los restos del cacique Inacayal a la comunidad mapuche y el 22 de junio de 2001 se restituyeron los restos del cacique ranquel Mariano Rosas, "Panghitruz". En noviembre de 2007, el coordinador de la Federación Nativa Aché del Paraguay, Emiliano Mbejyvagi, visitó el Museo y manifestó la voluntad de su comunidad de recuperar los restos humanos Aché que se encontraban en esta institución.
"Venimos en representación de nuestro pueblo originario del Paraguay -expresa su pedido- con la pacífica pero firme voluntad de reparar una injusticia perpetrada contra seres humanos y parientes nuestros cuyos despojos nunca recibieron una sepultura en su tierra natal", detalla un comunicado del Museo.
El pueblo Aché está constituido por unas 350 familias, aproximadamente 1.400 personas. Esta población se reparte entre siete asentamientos indígenas diseminados en cuatro departamentos de la región oriental de Paraguay.
La directora del Museo de La Plata, Silvia Ametrano, dijo que "cuando recibimos el reclamo de parte del pueblo Aché, se inició un diálogo, que incluyó visitas a nuestra institución, y resulta necesario destacar que en este diálogo todos respetamos nuestros tiempos".
"Probablemente fue mayor la paciencia de los representantes Aché que supieron entender que los tiempos institucionales iban a ser más largos que lo que ellos deseaban. Sin embargo, entendimos que así debía ser para que esta restitución tuviera todo el rigor de análisis necesario y sentara bases procedimentales en el futuro de la institución", sostuvo.
Según relatos del antropólogo Herman Ten Kate, en 1896 un colono de Sandoa, en el Chaco paraguayo, encontró los restos de uno de sus caballos y culpó a los "guayaquíes" (como se los denominaba a los Aché).
A modo de venganza, los colonos mataron a un grupo de Aché y dejaron huérfana a una niña, a la que bautizaron con el nombre de "Damiana".
A los dos años, fue trasladada a la localidad bonaerense de San Vicente, donde quedó a cargo de una familia alemana que si bien destacó que Damiana tenía una "inteligencia natural" no pudo contener la rebeldía de la joven en su adolescencia.
Por esta razón, fue trasladada al Hospital Melchor Romero, donde Damiana murió de tisis, tras lo cual sus restos fueron enviados al Museo de La Plata y a la Sociedad Antropológica de Berlín, Alemania. (DIB)
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