“¿Qué municipio bonaerense no tiene deudas con la Provincia?”, se preguntó el intendente de General Alvear, Gustavo Marcos, ante la consulta de DIB, y opinó que “a todos los municipios nos vendría muy bien” una medida de esa magnitud.
Anoticiados del programa anunciado por Nación, que dispone la refinanciación del 89 por ciento del total de las obligaciones de las provincias, los jefes comunales piden a Scioli que implemente un mecanismo similar que les permita desligarse de las deudas contraídas con el Estado provincial, al menos por algunos años.
El presidente del Foro de Intendentes del Acuerdo Cívico y jefe comunal de Necochea, Daniel Molina, expresó que establecer un fondo de Desendeudamiento Municipal “sería una medida acertada porque hay muchos municipios que mantienen deudas con la Provincia y podrían capitalizar esos fondos”. “El desendeudamiento mejoraría las condiciones de caja de las comunas, para la mayoría sería un alivio muy grande, más fiscal que económico”, consideró Molina.
El pedido de los intendentes tuvo su repercusión en la Legislatura provincial, donde dos senadores presentaron sendos proyectos para que la Provincia implemente un programa de socorro a los municipios. El oficialista Patricio García, quien preside la Comisión de Presupuesto e Impuestos de la cámara Alta, presentó un proyecto de declaración en el que pide que “arbitre los mecanismos con el fin de establecer un Plan de Desendeudamiento Municipal con la Provincia”.
“Es importante que la deuda contraída por los municipios deje de ser un condicionante. El objeto de este proyecto es destacar la necesidad de que se instrumente un plan con el fin de tener jurisdicciones más sanas y fuertes”, indicó el legislador.
Por su parte, la senadora radical Marcela Baro presentó un proyecto similar, alegando que “en función de la importancia del beneficio que la provincia obtiene producto de la decisión del Gobierno nacional de generar un fondo para promover un mayor plazo de pago a los pasivos de las provincias, consideramos imprescindible incluir a los municipios de la provincia en una situación análoga”.
Sin embargo, estos pedidos chocan de lleno con las intenciones de la Provincia: fuentes del ministerio de Economía bonaerense indicaron que “no está en carpeta la realización de una medida similar”. El propio titular de la cartera, Alejandro Arlía, lo dejó en claro este fin de semana, cuando publicó un documento en el que analizaba el impacto de la medida anunciada por Nación, titulado “Un alivio financiero importante, a la espera de mayores recursos”.
En ese texto, Arlía aclara que “la Provincia no va a contar con mayores recursos, ni va a poder expandir su gasto público a partir de este Programa”. El mensaje es claro.
OBLIGACIONES PESADAS
A pesar de este panorama, los intendentes insisten en los “beneficios” que traería un programa de desendeudamiento provincial. El jefe comunal de Junín, Mario Meoni, enfatizó que “cada municipio bonaerense tiene obligaciones que también vienen desde hace más de una década”, y se quejó de que “ni siquiera fueron pesificadas las deudas que se tomaron en la década del 90 durante la convertibilidad y eran en dólares”.
Por su parte, el intendente de 9 de Julio, Walter Battistella, indicó que “siempre es bueno este tipo de medidas, porque vamos a tener mayores posibilidades de financiamiento, ya que todos tenemos algunas deudas con la Provincia.
De todos modos, Battistella reconoció que “habrá que ver cómo impacta el anunció de Nación en la Provincia”, y sostuvo que “actualmente no cuenta con financiamiento para otorgar tal beneficio a los municipios”.
En tanto, Gustavo Marcos insistió con que “secarse una deuda de encima, así sea a largo plazo, es un alivio económico muy grande, a los municipios chicos nos beneficiaría, aunque el efecto financiero no sea aplicable a nuestras arcas en lo inmediato”.
También el mandatario de Tres Arroyos, Carlos Sánchez, adhirió a los pedidos, al indicar que “la situación de los municipios no es fácil, algunos tienen unas deudas muy comprometidas”.
Sánchez manifestó que “esta sería una buena señal para los municipios que tienen deudas”, y consideró a la medida como “un alivio financiero que quizás no repercuta en la caja diaria pero sí en la proyección de los próximos años”. (DIB)
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