Los cambios giran en torno al bloque de Unión PRO, quien podría sufrir varias modificaciones. En principio, en los pasillos de la legislatura se habla de una puja silenciosa por el diputado Emilio Monzó, quien integra el unibloque Buenos Aires Federal, pero trabajó hasta ahora bajo el ala de Francisco De Narváez.
La relación de Monzó con los principales armadores del denarvaísmo no pasa por su mejor momento: hace un mes tuvo un fuerte encontronazo con el dirigente petrolero Alberto Roberti, que lo llevó a retirarse de un encuentro que, en La Plata, mantenían los “popes” del espacio opositor.
En el entorno de De Narváez le critican a Monzó no haber tenido resultados satisfactorios en su intención de “sumar” intendentes de peso al espacio, y lo tratan como un dirigente “de afuera”. Sin embargo, Monzó repite entre sus íntimos que “yo no llegué, a mi me vinieron a buscar”, y mantiene la convicción de que para lograr una buena performance en el interior se debe buscar referentes sólidos.
El ex ministro de Asuntos Agrarios de Daniel Scioli mantiene un diagnóstico muy crítico del armado de De Narváez en las elecciones del año pasado, y sostiene que, si bien ganó la contienda, se evidenció en los distritos una tracción de votos “de arriba hacia abajo”. Prueba de ello es que el dirigente nacional con proyecciones a pelear la Gobernación bonaerense, sólo se impuso en 14 de los 134 distritos bonaerenses.
Monzó cree que el espacio opositor no está consolidado en el interior, y repite en todas las reuniones que “hay que mejorar la calidad de los dirigentes distritales”.
Frente a estos chispazos, desde el macrismo habrían entablado contactos con el legislador para sumarlo a su espacio. Su par, Jorge Macri, sería el encargado de llevar adelante esa negociación. Consultado por DIB al respecto, fuentes del bloque de Unión PRO no confirmaron ni negaron la especie.
Frente a este panorama, la presencia de Monzó durante un acto del macrismo en la cuarta sección electoral no pasó desapercibida, y fue leída por muchos como una confirmación del acercamiento.
Sin embargo, el diputado –quien mantiene un unibloque, Buenos Aires Federal, en la cámara Baja- negó los rumores, y dejó en claro que trabaja para “la unidad de De Narváez, Solá y Macri” de cara a las próximas elecciones.
Por ello, el legislador adelantó que mantendrá su unibloque, como una manera de distanciarse de las peleas internas que mantienen los representantes del felipismo, el macrismo y el denarvaísmo en la legislatura bonaerense.
Monzó aclaró que “se relacionaron una serie de elementos”, como el cruce con un sindicalista asociado a De Narváez y su presencia en un acto del PRO en 9 de Julio, para interpretar su “pase” al macrismo.
¿SRODEK AL GEN? El supuesto intento de “seducción” del macrismo a Emilio Monzó no es un hecho aislado que pueda entenderse por sí solo, sino que se inscribe en una situación mucho más compleja: el creciente malestar de algunos legisladores de Unión PRO frente a la actitud de acompañamiento que mantiene el bloque con la mayoría de las iniciativas del oficialismo. “Unión PRO cumple el rol de validación que hasta diciembre venía cumpliendo el radicalismo”, analizó un diputado.
Esta situación incomoda muchísimo al diputado Jorge Srodek, quien podría migrar al bloque del Gen en un futuro no muy lejano, empujado por las últimas decisiones de su espacio, como el acompañamiento en la reforma del Código Procesal Penal o la reforma a la Ley de ministerios que permitió la fusión de las carteras de Justicia y Seguridad.
Proveniente de la poderosa Carbap –era vicepresidente de la entidad-, Srodek siempre se mostró muy crítico frente al papel de Daniel Scioli durante el conflicto agropecuario, y encabezó el ala más dura de la entidad, chocando en muchas oportunidades con su titular, Pedro Apaolaza, sobre las medidas a tomar.
A raíz de la posición adoptada por su actual bloque, Srodek comenzó a mantener contactos fluidos con el titular de la bancada del Gen, el bahiense Jaime Linares, con quien mantiene una buena relación. El agrodiputado le habría manifestado a Linares su descontento por el supuesto acercamiento de De Narváez a Néstor Kirchner, y éste le propuso participar de algunas reuniones seccionales –ambos dirigentes pertenecen a la sexta-.
Por ahora, la relación no pasó de este punto, pero fuentes del bloque del Gen no descartaron sumar una nueva banca a su espacio, si pueden capitalizar el descontento de Srodek con las últimas decisiones del bloque que conduce Ramiro Gutiérrez. (DIB)
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