Son demasiadas coincidencias. Son casos que para resolverlos se debe tener la mente abierta. El domingo a las dos de la mañana intentaron quemar otra casa. Se trata de la vivienda de la familia Matcovick, ubicada en calle 15 entre 42 y 43. El o los piromaniacos arrimaron elementos combustibles a la puerta del garage y le prendieron fuego. Una pareja que pasaba por el lugar logró despertar (no sin trabajo) a los moradores y de esta forma se evitó una tragedia. El otro caso
En julio de 2009, autores desconocidos, intentaron quemar la casa de calle 15 entre 42 y 43 (al lado de Matcovick). El método fue similar El piromaniaco arrimó elementos combustible al lado de la puerta y los prendió fuego. Una pareja que venía de bailar aviso a la mujer que vivía sola. En ambos casos el hecho ocurrió un domingo y a la misma hora. El caso no se resolvió ¿Coincidencia?
Por esa época parecía abrirse un ciclo de ataques. También habría sido intencional el incendio en una casa de calle 48 y 134. En forma posterior apareció un auto incendiado que había sido robado en cercanía de calle 43 y 15. En total, se debe aclarar que fueron dos autos Fiat 147, incendiados en el último año. En este contexto a las dos de la mañana del martes se prendió fuego un auto que estaba estacionado en su garaje. ¿Nuevo ciclo de ataques? También, en el 2009 fue intencional el foco ígneo de una puerta en vivienda de calle 55 y 21, y además se quemó un depósito de madera por calle 56. Los hechos se agregan a incendios sospechosos de almacenamiento de leña y pastizales Los autos quemados
Siguiendo un orden cronoló- gico, se puede indicar que se quemó un Renault 12 por un problema de tipo pasional. La cuenta siguió con un tres autos estacionados en calle 50 y 14, 47 entre 15 y 16, y 47 entre 16 y 17, También prendieron fuego a una camioneta Ford en calle 22 entre 47 y 48, y a un auto estacionado en un garage en calle 52 y 11. Además tomó fuego un Citroen en calle 16 entre 49 y 50, aunque este caso fue tomado como un accidente.
Por otro lado, intentaron prender fuego al chasis de un Citroen, estacionado en calle 52 y 14. Por último fue intencional el incendio de una casa hace dos años, en calle 54 entre 24 y 25. Todos estos hechos más allá que supuestamente un pequeño porcentaje este aclarado existen otros que tienen un patrón y que se pueden atribuir a un piromaniaco. Tal vez el hecho más recordado fue el incendio intencional que destruyó el Centro de Educación Física de 49 y 16.
El piromaníaco
La piromanía es un trastorno o enfermedad psicológica de trastorno del control de los impulsos, que produce un gran interés por el fuego, cómo producirlo, observarlo y extinguirlo. La persona que padece piromanía recibe el nombre de pirómano.
La sintomatología esencial es producir incendios de forma deliberada y consciente en más de una ocasión conllevando una importante tensión y activación afectivas antes del incendio con una gran liberación e intenso placer o alivio al encender el fuego, presenciarlo o al participar en sus consecuencias.
Además el sujeto, denominado comúnmente piromaníaco o pirómano, suele sentir relajación, placer, interés, curiosidad y atracción por todo lo relacionado como pueden ser las estaciones de bombero. El pirómano no debe ser confundido con el incendiario que es aquella persona que intencionadamente decide quemar una parcela de terreno u objetos (específicos o no) con ánimo de lucro o simplemente por hacer daño.
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