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13/05/2010
Ciencia

Un banco que da interés a los recursos genéticos


El Banco Activo de Germoplasma de la localidad bonaerense de Pergamino conserva colecciones de maíz y especies forrajeras desde 1969....


Hace 4 décadas nació el Banco Activo de Germoplasma de Pergamino. Para celebrar esta fecha se realizó un seminario técnico junto a la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires.
En 1969, el INTA Pergamino -Buenos Aires- instaló su primera cámara de frío para conservar sus colecciones de maíz. Así nació este primer banco de germoplasma del INTA, que hoy conserva las colecciones de maíz y especies forrajeras templadas a nivel nacional.


Beatriz Rosso, una de las referentes del banco de Pergamino, sintetizó: "Realizamos este seminario con la idea de reflexionar sobre nuestros logros y también para determinar qué podemos hacer hacia el futuro para limitar esta erosión genética que está ocurriendo a ritmo muy acelerado en muchos cultivos".


Tras 40 años de trayectoria en el tema, los recursos genéticos que el INTA conserva se concentran en la Red de Bancos de Germoplasma, que cuenta con más de 30 mil entradas y con algunas colecciones de las más importantes a nivel mundial, como las de maní y sorgo.


En la Argentina: "La red del INTA conserva aproximadamente un 93% de los recursos genéticos que han sido informados en la elaboración del último informe del plan de acción mundial de la FAO", explicó Rosso, quien también coordina el Proyecto "Conservación ex situ y valoración de las colecciones de ger- moplasma de la Red de Recursos Genéticos del INTA".


Esta Red se inició en 1988 con el objetivo de realizar actividades sistemáticas en la conservación de germoplasma y, actualmente, está conformada por un Banco Base en el INTA Castelar y 9 Bancos Activos distribuidos en distintas estaciones experimentales, a lo que se suman 11 colecciones de germoplasma en distintas áreas ecológicas del país.


"Cada banco es responsable por algunas colecciones que son características de esa zona agroecológica: en Alto Valle se trabaja con frutales de pepita; en la zona de Cuyo con especies hortícolas, frutales de carozo y frutos secos; vides en Mendoza; maíz y especies forrajeras en Pergamino; soja y trigo en Marcos Juárez; maní, sorgo y girasol en Manfredi; algodón en Chaco; poroto en Salta. Es amplio el panorama en cuanto a especies, pero cada región agroecológica tiene su responsabilidad sobre algún grupo de especies que son de interés local o regional", detalló Rosso.
¿Para qué se conservan los recursos genéticos?


Además de la conservación, la red se ocupa de caracterizar y evaluar los recursos ingresados y de disponerlos para su utilización en un espectro que abarca tanto el mejoramiento genético como el rescate de especies an- cestrales.


Por otro lado, el rescate de especies permite pensar en desafíos relacionados con la sustentabilidad ambiental (como las especies arbus- tivas nativas de la Patagonia utilizadas para revegetar sitios degradados por los hidrocarburos) y territorial, ya que la conservación en los bancos de germoplasma ha permitido, incluso, la devolución a pueblos originarios de materiales (de maíz o papa, por ejemplo) que ellos habían dejado de cultivar y que ahora han recuperado.


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