Un hecho de graves características sucedió en la madrugada el 24 de abril de 2010, cuando un móvil policial atropelló a un joven cerca del la Escuela Nacional y lo abandonó. Según se refirieron a Colón Doce después del hecho se apersonó a la casa del herido el Director de Seguridad, Eduardo Delgado que le habría dicho a la víctima que seguramente tratarían de averiguar de esta situación pero «que no le de pelota porque buscan hacer quilombo». Sin embargo la versión que circula es que Delgado habría ido a la casa de la víctima por orden del Secretario de Gobierno, Marcelo Bataglia.
La denuncia
La denuncia policial fue presentada por Jorge Ochoa de 27 años de edad, y con domicilio en calle 42 entre 13 y 14. La denuncia textual recibida por la auxiliar letrada Claudia Collezini dice textualmente "que en la madrugada del día de la fecha aproximadamente a las 4.00 el dicente iba circulando en una moto Zanella 50 cc propiedad de un amigo de apellido Almirón, por una calle 43, en este sentido de circulación de calle 15 a calle 14.
Que a mitad de cuadra de calle 13, sobre mano derecha, sentido de circulación, delante de un taller estaba estacionado en contramano un móvil de la policía, tratándose de una camioneta. Que al llegar a calle 14 dobla por esta en contramano, hacia 42, ya que se dirigía a su casa situada en calle 42 entre 13 y 14. Que estando llegando casi a la esquina de calle 14 y 42, siente el ruido de una camioneta y ve las luces detrás suyo, gira la cabeza y ve que era el móvil policial que estaba estacionado en calle 43. Que cuando el dicente gira la cabeza es chocado por el móvil de atrás, que venía circulando también en contramano detrás del dicente.
Que el móvil no traía sirena prendida, ni bocina ni las luces de arriba, solamente las luces comunes. Que el narrante cae al suelo con la moto. Que el móvil no paró, siguió en contramano por calle 14 y dobló por calle 42 hacia la calle 13 estacionándose en la casa del dicente pero en el boulevard del frente. Que fuera de su casa estaban varios amigos esperando al dicente que habia ido al kiosco. Que del móvil se bajan dos policías y los amigos del dicente que vieron lo ocurrido comienzan a gritarles cosas y discutir con ellos. Que habrán estado unos cinco minutos, se subieron al móvil y se fueron.
El dicente vió esto desde el suelo de la calle, que no pudo ver el rostro de los policías. Que el dicente quedó muy dolorido en el suelo. Que sus amigos llamaron a la ambulancia y fue trasladado al Hospital de Colón, donde le realizaron las primeras curaciones. Que resultó con una luxación de tobillo y fue enyesado. Que en unos días deberá estar internado y operado quirúrgi- camente. Que sus amigos que estaban fuera de su casa son….. y que pueden saber quienes son los policías. El dicente realiza croquis a mano alzada". Después de leer y escuchar el testimonio uno se pregunta ¿Dónde estamos parados?
La gravedad
La gravedad de la situación no se puede medir. Uno piensa que estos acontecimientos no pueden ocurrir en nuestra ciudad, ¡Pero suceden!. Los más grave es si como los testimonios indican que hubo funcionarios que actuaron para tapar esta situación, cuán desprotegida está la sociedad colonense con quiénes tienen el poder político actualmente y hacen mal uso del mismo en desmedro de la vida humana
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