La detección con anterioridad de los órganos de diseminación de la enfermedad, permite ajustar e intensificar los monitorios al cultivo con el propósito de evitar la propagación a nivel del lote, dado que desde la detección de las esporas al establecimiento de la enfermedad media un lapso de 10 a 15 días, dependiendo muy estrechamente de condiciones ambientales.
Para que la enfermedad se desarrolle a escala de lote las hojas deben tener una determinada cantidad de horas de mojado, 6 o más horas, y que la temperatura media sea menor a 25 – 26 ° C.
En las campañas 2004-05 y 2006-07, la enfermedad se detectó luego de un periodo de 10 días de haberse comprobado la presencia de esporas y cuando prevalecieron las condiciones ambientales conducentes para la enfermedad.
En la campaña 2007-08 las esporas se detectaron hacia mediado del mes de Marzo, pero la enfermedad se comprobó en lotes hacia mediados del mes de Abril, ese prolongado lapso en establecimiento de la enfermedad, se atribuyó, a las altas temperaturas y baja humedad ambiental que hacía por entonces.
En el ciclo 2008 – 09 por las severas condiciones ambientales que condicionó la mayor parte del ciclo del cultivo de la región pampeana, no se detectaron esporas de roya.
En la presente campaña se informa que las esporas fueron detectadas entre la segunda y tercera semana de Febrero y hasta el presente no se ha reportado ningún lote con síntomas sospechosos de Roya, se presume que cuando las condiciones ambientales sean más ricas en humedad ambiental, con temperaturas más moderadas a las precedentes, probablemente, en lotes de soja de segunda siembra se encuentren plantas sospechosas, se recomienda un intenso monitoreo de aquellos lotes que aún estén en llenado de granos
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