Las desafectaciones incluyen a cinco comisarios, cuatro subcomisarios, cinco tenientes, siete subtenientes, 10 sargentos, seis oficiales inspectores, dos oficiales principales y 15 oficiales acusados de violentar lo normado en la “Ley de Personal de las Policías de la Provincia de Buenos Aires”.
Entre los casos se destaca el de un policía sospechado de presuntamente “cometer actos u omisiones que impliquen cualquier modo de corrupción”, “mantener vinculación personal con delincuentes, contraventores o personas de notoria mala fama” y por “afirmar una falsedad, negar o callar la verdad en todo o en parte”.
A otro de los desafectados se le achaca “la pérdida del armamento por negligencia grave”, en el marco de la comisión “por acción u omisión, de todo acto que importe el incumplimiento de un deber legalmente impuesto al personal policial por las normas que rigen su actuación, en tanto se verifique de éste una muy grave afectación a la operatividad”.
También hay un caso de un policía presuntamente incurso en la falta de “hallarse en estado de ebriedad fuera del horario de servicio, siempre y cuando de las circunstancias del caso surgiera algún perjuicio o daño a la salud o bienes de las personas, o consumir bebidas alcohólicas en horario de servicio”.
La desafectación del servicio, según dice la Ley de Personal, “es una medida cautelar dispuesta en el marco de actuaciones sumariales e investigaciones sumariales administrativas por el Auditor General de Asuntos Internos, de oficio o a petición de la autoridad con potestad de resolución”
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