Los trabajos de reparación se han iniciado hace años a un ritmo extremadamente lento, se procedió a la pintada del predio en época electoral para dar la impresión de que la planta esta en marcha.
El pozo percolador, corazón de la planta, está fuera de funcionamiento (se adjunta foto). Según afirman los técnicos en la materia si ese pozo no funciona, no funciona la planta, porque no cumple con el objetivo de purificar los líquidos, ya que es el lugar donde se oxigena y se forma una capa de microorganismos que contribuyen a la purificación. Se constató que el laberinto rebalsada y en definitiva todos los líquidos cloacales pasan sin tratamiento, al cause de agua que lleva todo hacia la ciudad de Rojas.
Notamos que se ha deforestado el lugar, lo que según nuestra opinión es una equivocación, porque la forestación es un medio para purificar el ambiente del predio y brindar, en algunos lugares, la sombra necesaria.
Concluyendo, insistimos en que la Planta de Tratamiento de líquidos cloacales que fue realizada en su momento para una población de 12.000 habitantes, debe ampliarse tomando un horizonte compatible con la capacidad de financiación de los organismos de créditos o de subsidios y las necesidades de la ciudad de Colón, para lo cual se propone un horizonte de 15 años. Además hay que terminar de acondicionar todas las unidades existentes de la plata.
De no ejecutarse estos trabajos se seguirá contaminando el ambiente y los recursos donde se vuelcan los efluentes incorrectamente tratados.
En síntesis, es necesaria la ampliación de la planta actual a efectos de acondicionar a la misma para que trate el efluente de 30.000 usuarios.
Como obra complementaria es imprescindible la realización de un playón de cemento y la colocación en el de un gran tanque de deposito, para que allí sean depositados los efluentes de los camiones atmosféricos que drenan los pozos ciegos de la ciudad, para desde allí, diluyéndolos hacerlos circular por todas la etapas de tratamiento de la planta. Esto evitaría que los atmosféricos viertan su contenido (como está ocurriendo) en la boca de entrada de la planta o en la esquina siguiente con la consiguiente contaminación del curso de agua.
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