(Dypra/GEI) - Con cautela pero con ansiedad, y con todas las herramientas que se tengan a mano; con expectativas aunque también con cierto desconcierto, como si la brújula no terminara nunca de marcar el camino correcto. Así es como el Ministerio de Educación provincial intenta desandar el camino que trazó la Ley Federal de Educación de los ’90, para volver a marcar una ruta que esperan que esta vez de resultados.
Lo seguro es que en marzo se estrena el primer año el ciclo orientado de la nueva secundaria y lo incierto es cómo se llevará a cabo la reforma, porque la práctica es siempre más difícil que la letra. En territorio bonaerense faltan aulas para adaptarse al cambio y sobran maestros que se preguntan qué pasará con sus cargos. Son mayoría las escuelas que recién comienzan a pensar cuál es la orientación que ofrecerán a sus alumnos y minoría aquellas donde los seis años de la nueva secundaria puedan estar juntos en el mismo edificio.
Desde las carteras de Educación del ámbito nacional y provincial creen que los riesgos y el desorden inicial que pueden implicar modificar la escuela secundaria valen la pena en pos de pensar una institución diferente y que sea para todos, no sólo por su carácter de obligatoria, sino también por su capacidad de aggiornarse a una realidad social y cultural que no es la de los pibes de hace 20 ó 30 años.
“Necesitamos una escuela que pueda acompañar a los jóvenes. Queremos que los chicos tengan un proyecto adentro y afuera de la escuela, porque no hay proyecto para ellos. No se trata de hacer una mala escuela para los pobres sino una buena escuela pero para todos”, defendió el ministro de Educación nacional, Alberto Sileoni, durante el lanzamiento de los “Lineamientos Políticos y Estratégicos de la Educación Secundaria Obligatoria”.
En medio de un escenario de muchas dudas, lo más palpable es que la educación sigue buscando su camino en medio de una realidad que exige que lo encuentre, y rápido. Según resaltan las stadísticas, en la escuela media repite el 10.7 % de los chicos, en tanto, sólo el 50 % termina sus estudios. Ahora la mirada de las autoridades, los padres y los docentes está puesta en el cambio que se precipita y que se instalará en 2010. Lo que intentará erigirse es una escuela “que no expulse” y lo que exigen los especialistas es una institución “que dé respuesta a los jóvenes de hoy”. ¿Cuáles son las claves de la nueva secundaria que viene?
Después de la Ley Federal de Educación que se promulgó en 1993 y a la que adhirió la provincia de Buenos Aires instaurando así el régimen de una Escuela General Básica (EGB) obligatoria de 9 años y 3 años de Polimodal – reforma que según los especialistas devastó a la educación media- lo que buscó la Dirección General de Cultura y Educación con la sanción de la Ley 13688 en 2007 fue volver a un modelo similar al de la escuela secundaria tradicional.
De este modo, y acoplándose también a lo que determinó la Ley de Educación Nacional aprobada en 2006, estableció una escuela secundaria obligatoria de 6 años que comenzó a implementarse en 2007 con la denominada Escuela Secundaria Básica (ESB), que reemplazó lo que antes era 7° , 8° y 9° de la EGB. Lo que se lanza el año que viene es el primer año del ciclo orientado o superior (ESS), o sea el 4° año de la nueva escuela secundaria.
Orientaciones
Según informaron a Info Región desde la DGCyE, la secundaria de la provincia de Buenos Aires ofrece a los alumnos tres modalidades: secundaria Común, Arte, y Técnico Profesional. La primera de ellas otorgará título de bachiller y se podrá elegir a partir del ciclo superior entre siete orientaciones: Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Comunicación, Economía y Administración, Arte, Lenguas Extranjeras y Educación Física. Todas ellas lograron obtener su diseño curricular aprobado el 18 de noviembre.
Claudia Bracchi, directora provincial de Educación Secundaria, explicó también que “dentro del nivel hay materias que serán comunes a todas las modalidades y orientaciones”. Todos los chicos deberán aprobar Literatura, Matemática, Biología, Física, Química, Política y Ciudadanía, Filosofía, Historia, Geografía, Trabajo y Ciudadanía, Inglés, Educación Física, Salud y Adolescencia y Tecnología; y a partir de cuarto año –cuando los chicos pasen de la ESB a la ESS- también cursarán materias específicas, según la orientación que hayan elegido.
Evaluación
En cuanto a los métodos de evaluación, si bien en el lanzamiento de la ESB Provincia había determinado que el ciclo lectivo estaría divido en tres trimestres, que en cada uno de ellos habría al menos tres calificaciones y que los chicos aprobarían con un promedio de siete, el Consejo Federal de Educación en los “Lineamientos Políticos y Estratégicos de la Educación Secundaria Obligatoria”, propone “promover un sistema que acompañe el aprendizaje”, lo que puede implicar dejar atrás las evaluaciones trimestrales para buscar calificaciones por “tramos de aprendizaje”.
Tanto este punto como el sistema disciplinario, para el cual la cartera nacional, en el mismo documento, insta a dejar de lado las amonestaciones y expulsiones para aplicar “sanciones reparatorias y pedagógicas”, levantaron el malestar de los sectores más críticos.
“Ya ahora tenemos que enfrentarnos a situaciones donde a los chicos cuesta ponerles un límite. Los directivos nos dicen que hay que retenerlos, pero tienen que tener el temor a una sanción, porque sino algunos son incontrolables. Quitarles exigencia no sirve, iríamos hacia una educación absolutamente permisiva, y no es bueno para nadie”, se quejó ante María Santillana, docente de tercer año de Polimodal de una escuela media de la región.
Sistema disciplinario
“No nos parece mal que se desarme el sistema de disciplina de la escuela porque vemos que no funciona. Es cierto que la desactivación de las amonestaciones puede ser pensada como una desactivación del sistema disciplinario, pero uno lo debe pensar como un sistema disciplinario más acorde a los chicos de hoy”, opinó ante Info Región Guillermina Tiramonti, coordinadora académica de la Maestría de Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
“Por otra parte, en cuanto a la evaluación tampoco estaría mal cierta flexibilización del número de materias que se pueden llevar los chicos. Si los chicos aprueban ocho materias de 14, es un retroceso que deban hacer el año de nuevo. Cambiar eso disminuiría el sentido de fracaso que está en la base del abandono escolar. No estaría mal cambiar las trayectorias en función de un progreso”, añadió.
En este marco, tanto desde el Ministerio de Educación de la Nación como desde la cartera provincial, advierten que los cambios se intentarán implementar “de a poco”, y en virtud de los medios disponibles. Mientras tanto, en 2010 las escuelas medias bonaerenses pondrán en marcha la última etapa de aplicación de la nueva secundaria, que se espera, esta vez funcione.
Cuestión edilicia
Una de las consecuencias de los cambios es que ahora van a sobrar aulas en las primarias que antes dictaban nueve cursos y ahora tendrán seis. Esos tres salones que quedarán vacíos serán los que falten en los ex Polimodal,
que ahora deberán tener espacio para seis niveles, sumado a que todos los alumnos deberían cursar el secundario.
“Se tiende a que las escuelas puedan estar integradas en un mismo edificio, lo que sucede es que en algún momento la Ley Federal generó un armado de edificios diferente. Por eso, en cada uno de los distritos y cada una de las regiones se debe estudiar el verdadero parque edilicio y aprovecharlo al máximo para no generar edificios
ociosos o vacíos, sino tener instalaciones aprovechadas en su capacidad máxima”, especificó a Info Región Nora
Saporitti, inspectora Jefa de la Región Educativa V. “En este momento estamos haciendo un relevamiento con todos los inspectores de secundaria de cada distrito para ver los espacios que tenemos disponibles. Eso se
hará en cada región, y luego el Ministro estaría firmando las propuestas para construir escuelas que puedan
reunir los seis años. Se estima que se deberán hacer alrededor de 800 en la Provincia”, agregó.
Desde la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada (DIPREGEP), en tanto, señalaron que algunos colegios privados “se encuentran con el mismo problema de espacio que las escuelas públicas”, razón por la cual
también están evaluando las modificaciones que deberán realizar para acomodarse ante al cambio de estructuración que impone la nueva secundaria.
“Los dueños de las escuelas tienen los mismos problemas que el Estado porque tienen que hacer adaptaciones.
Muchos colegios ya tenían la ESB funcionando con el mismo edificio que el Polimodal, los que tendrán dificultad son los que funcionaban como EGB y no tenían su propia ESB”, detalló a este medio Juan Carlos Beitía, jefe de la Región Educativa II de Dipregep.
| 
