Pero lejos está de ser un torneo con grandes luces. El mercado de pases estuvo estancado y casi todos los clubes no incorporaron jugadores por razones económicas. Solo se movieron a nivel local
El verano hasta el momento dejó algunas cabezas rodando como fue la renuncia de Alfio Basile como técnico de Boca y la renuncia ¿inducida? de Carlos Bianchi como manager del club.
Quizás sea el punto de partida para el xeneixe que se desangraba en los conflictos internos, con un presidente que lejos está de poder repetir lo hecho por Mauricio Macri.
El presente lo encuentra con un equipo dependiente de lo que pueda hacer Riquelme o el interminable Palermo. Trajo al brasileño Luis Alberto Da Silva para que intente solucionar los problemas defensivos.
En junio seguramente cuando asuma el mellizo Guillermo como D.T habrá "escoba" y "limpieza" para veteranos como Ibarra, Morel Rodríguez y Abondanzieri. En la vereda de enfrente, River está en un periodo de transición con la asunción de Daniel Pasarella como presidente.
Agarra un club devastado económicamente y futbolísticamente por José María Aguilar. Austero no se reforzó con nombres rutilantes pero todo parece indicar que otra vez quedará lejos de los de arriba cuando termine el campeonato.
En el podio final seguramente estará Estudiantes que mantuvo la base del equipo que logró ser sub-campeón mundial y además sumó al arco a Agustín Orión y en el juego ofensivo a Carrusca y a un maduro "Principito" Sosa.
Es el único conjunto del país que sabe a lo que juega y como se juega. Otro del podio será Vélez adonde volvió el goleador del campeón Banfield, Santiago Silva, y tiene seis delanteros. Sin embargo eso no es garantía de nada.
Y el tercero en discordia podría resultar San Lorenzo o Racing, el que más se invirtió con Bieler, Hauche, Licht y el Roberto Ayala. Tiene a un técnico ofensivo como Vivas que debería ver primero su arco y después el del frente. Quedó demostrado ante Colón en Santa Fe.
Algunos pondrán en juego su trabajo como Jorge Burruchaga y muchos serán observados como el "Turco" Asad que hace sus primeros pasos sentado en el banco de Godoy Cruz. Las cartas están dadas. Solo unos pocos tienen las mejores. El resto juega porque llegó con lo justo a pagar la inscripción. Pero como todo juego, el fútbol es impredecible y nadie sabe lo que puede suceder. Sino que alguien le pregunte al hincha de Banfield…
*Periodista. Director Técnico Nacional de Fútbol
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