“El girasol está en las malas. La campaña actual muestra la peor superficie desde 1980/81”, subrayó la entidad.
Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, mientras que en esa época se implantaron 1,39 millones de hectáreas de girasol, en la actualidad apenas se supera la cifra de 1,49 millones.
Para los productores, a esta situación se llegó por “la sequía, intervenciones en la red de comercialización y las retenciones a las exportaciones”.
“El resultado es claro: el cultivo ha perdido competitividad frente a otros, especialmente la soja. Los problemas son muchos. Pérdida en economías del interior del país y menor rotación de cultivos, entre los más importantes”, indicó la entidad mediante un comunicado.
La Asociación señaló que “necesitamos explicarle al productor por qué queremos que vuelva a sembrar girasol y hacerle entender el impacto de la tecnología en la rentabilidad de su negocio, y cómo y cuándo comercializarlo”. (DIB)
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