Los especialistas atribuyen este fenómeno a la falta de prevención y a un período de intensa actividad solar, y advierten que el melanoma, el cáncer de piel más peligroso, no se previene con pantalla solar: el único modo de evitar su desarrollo consiste en no exponerse al sol en las horas pico, es decir, desde las 11 hasta las 16.
En cambio sí hay evidencia científica de que el uso de protectores solares disminuye el riesgo de desarrollar otro tipo de cáncer de piel, el llamado no melanoma o carcinoma espinocelular.
Según datos de la cartera sanitaria, cada año se diagnostican en territorio bonaerense unos 3 mil casos nuevos de cáncer de piel (melanoma y no melanoma) y unas 250 personas mueren por esta causa.
“Entre el año 1996 y 2008 observamos un incremento del 13 por ciento en la incidencia de este cáncer, una tendencia que se observa en todo el mundo sobre todo por la exposición brusca al sol, sin protección y en horas pico”, señaló el ministro Claudio Zin.
El dato se desprende del Registro del Cáncer del Ministerio de Salud provincial, un compendio que releva todos los tumores malignos sobre una población representativa de la Provincia que supera el millón de habitantes.
Allí se observa que en 1996 la tasa de incidencia de este tumor era de 16,81 casos nuevos al año cada 100 mil habitantes. El año pasado, en tanto, se registraron 19,35 casos nuevos cada 100 mil habitantes. Los científicos explican que este incremento se debe a que entre 1996 y 2006 el sol atravesó un período de alta actividad que ahora está decreciendo.
“El aumento de los casos de cáncer de piel resulta, en parte, la consecuencia de ese período caracterizado por una mayor intensidad en la radiación ultravioleta”, explicó Julio Gianibelli profesor de geomagnetismo y aeronomía, especialista en la relación Sol-Tierra de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
MÁS INCIDENCIA EN LA CLASE MEDIA
Los especialistas coinciden en que el cáncer de piel es una enfermedad que afecta, mayormente a la clase media urbana, más allá de que la predisposición genética y tener la piel extremadamente blanca constituyen también factores de riesgo de peso. “La mayoría de los afectados son personas que pasan 350 días del año a la sombra, en su casa o en la oficina, y luego se exponen al sol intensamente, durante los 15 días de vacaciones, en horas pico y con escasa protección”, destacó Silvia Bonicatto, oncóloga del hospital San Roque de Gonnet y responsable del Registro Provincial del Cáncer. (DIB)
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