En pleno apogeo del menemismo las personas con necesidades básicas insatisfechas en nuestra ciudad, alcanzaban el 10 por ciento. La preocupación del gobierno nacional con una apertura social, achicó los márgenes. No estamos en un jardín de rosas, pero iniciamos un camino que no debe tener retroceso.
Las cifras corresponden a noviembre de 2008. La estadística, además marca un contrasentido. En el medio de 100 mil hectáreas que cuestan cada una, 15 mil dólares, y que produce riquezas anuales por 40 millones de dólares, se levanta una ciudad donde más de dos mil personas viven en extrema pobreza.
En este sentido, las necesidades básicas insatisfecha abarcarían en Colón a más de 650 hogares. Cada uno de ellos no reúnen las condiciones mínimas para vivir dignamente.
No es un tema menor. Las frías estadísticas hablan de 2550 personas de carne y hueso con grandes carencias en educación, salud, ocupacional- entre otras-
La mitad de estas personas son menores y adolescentes.
Los datos agregados a los dados por los jóvenes de la Unión Cívica Radical donde indican que el 20 por ciento de los estudiantes secundarios en la región, abandonan antes de recibirse, hacen un cóctel explosivo. Podríamos decir que en nuestra ciudad podría haber 300 jóvenes que no estudian ni trabajan.
En el medio de estas cifras existe la problemática de la inseguridad que aunque no es directamente proporcional a los niveles de pobreza, influye en las estadísticas.
Las números reunidos dan un camino a seguir. El Estado Nacional y Provincial dio suficiente armas a través de distintos organismos que instaló en la ciudad para combatir con eficacia algunos pará- metros negativos. Los organismos relacionados a la educación (Consejo Escolar entre otros) tratando de detectar los abandonos en el ciclo electivo. También, existen organismos para el desarrollo de la niñez que deben estar más en la calle para contención y menos detrás de los escritorios.
El método
El método de medir la pobreza por las necesidades básicas insatisfechas es la norma más directa extendida en América Latina.
Este procedimiento define a los pobres como aquellas personas que tienen carencias, privaciones o necesidades básicas insatisfechas, sobre todo en materia de servicios públicos: vivienda, agua, drenaje, educación. Considera que la pobreza es producto de la desigualdad en el consumo, en el acceso de los servicios públicos, etc.
Este método utiliza como base informativa a los Censos y a la Encuesta Permanente de Hogares. Parte de seleccionar las necesidades que se consideran básicas y luego fijar los umbrales mínimos de satisfacción en términos de mercancías. Serán pobres los hogares o individuos que no disponen o consumen todos o una combinación de los bienes y servicios
Se selecciona un conjunto de necesidades que se consideran básicas para la vida en sociedad. Entre ellas se cuentan necesidades habitacionales, educacionales y ocupacionales y para medir estas necesidades se construyen una serie de indicadores, como por ejemplo: hacinamiento (hogares con más de tres personas por cuarto); vivienda (hogares que habitan en una vivienda de tipo inconveniente: pieza de inquilinato, vivienda precaria, etc.); condiciones sanitarias (hogares que no tuvieran ningún tipo de retrete); asistencia escolar (hogares que tuvieran algún niño en edad escolar que no asista a la escuela); capacidad de subsistencia (hogares que tuvieran una tasa de dependencia económica de tres inactivos por miembro ocupado y jefe con nivel educativo bajo).
Se consideran hogares con NBI a aquellos que reúnen al menos una de estas condiciones. Esto se debe a que, al considerar básicas todas las necesidades deben ser cumplidas simultáneamente.
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