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18/11/2009
JORNADA TECNICA MAIZAR

Pensando en recuperar el área de siembra


Información técnica para incentivar la siembra del maíz fue la propuesta de la jornada llevada a cabo en AIANBA...


La Asociación Maíz y Sorgo Argentino (MAIZAR) conjuntamente con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), la Asociación de Ingenieros Agrónomos de la zona norte de la provincia de Buenos Aires (AIANBA), y Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), organizaron una Jornada de Técnica denominada “Maíz de segunda”.


La misma se concretó el jueves 12 de noviembre y la apertura estuvo a cargo del Ing. Agr. Santiago del Solar, presidente de MAIZAR. A él le siguieron las disertaciones del Ing. Agr. Alfredo Cirilo del INTA Pergamino; el consultor privado Ing. Agr. Santiago Barberis refiriéndose a manejo del cultivo; y el Ing. Agr. Federico Varela de AAPRESID profundizando en cuanto a márgenes económicos, datos zonales y rotaciones alternativas.


“A nivel país tuvimos una caída del 40% del área de siembra”


El principal objetivo de la jornada fue difundir las posibilidades del cultivo de maíz entre los productores para de esta forma tratar de recuperar las áreas de siembra, las cuales vienen cayendo considerablemente en los últimos años.


Sobre esta línea, Santiago del Solar explicó que “En los últimos años se viene cayendo el área de siembra de maíz, en Pergamino vemos que sólo el 6% del área rotable de Pergamino se sembró maíz. Y a nivel país tuvimos en los últimos dos años una caída del 40% del área de siembra. Por eso desde MAIZAR estamos tratando de ver cómo podemos fomentar este cultivo y volver a valores razonables de rotación donde la sustentabilidad de nuestro suelo esté asegurada”.


-¿A qué se debe esta pérdida del área de siembra?


-Por un lado el año pasado tuvimos una sequía tremenda que derivó en un desfinanciamiento del productor. Fue un golpe muy duro, y el maíz es un cultivo que requiere inversión. El segundo punto es el tema del mercado. Los mercados intervenidos generan una señal muy poco clara para el productor el cual opta por no sembrar maíz.


-¿Cuál es la estrategia de MAIZAR para recuperar lo perdido?


-Consideramos que la parte comercial hay que asegurarla volviendo la sistema anterior de apertura de exportaciones. Por otro lado pensamos en acercar al productor herramientas tecnológicas –como en la jornada de hoy- para que vean de qué manera pueden colocar el maíz por ejemplo en esta zona núcleo maicera que vean la posibilidad de un maíz de segunda.


-¿En qué plazo de tiempo consideran necesario revertir esta situación?


-Creemos que esto es algo urgente porque la caída del área de siembra preocupa a toda la cadena, no sólo al productor. No todas las medidas las podemos tomar nosotros. Con respecto a lo tecnológico seguimos trabajando, capacitando a productores con la presencia de técnicos del INTA, tal el caso del Ing. Cirilo que pueden ayudar a revertir esta situación desde el punto de vista de la tecnología.


-¿Cuál es el aporte que el INTA puede brindar para lograr este cambio?


-Es importante, durante décadas el INTA ha trabajado junto a los productores promocionando el cultivo, promocionando las rotaciones, y la información es valiosísima.


“El maíz de segunda otorga ventajas en cuanto a la sustentabilidad del sistema”


Ecofisiología del cultivo fue el título de la exposición del técnico del INTA Pergamino, Alfredo Cirilo, quien destacó como una de las principales ventajas del maíz de segunda es que permite incluir al cultivo en la rotación, “más en estos últimos años tan complicados en esta zona tradicionalmente maicera que se ha volcado al monocultivo de soja. La alternativa maíz de segunda es importante por todas las ventajas que tiene en cuanto a la sustentabilidad del sistema, los soportes de rastrojo, etc”.


-¿Qué características destacaría de este maíz de segunda?


-Desde ya que el maíz de segunda no tiene el potencial de rinde que tiene el maíz de primera, pero tiene la ventaja comparativa por ser mucho menos variables entre años con el rendimiento esperable, alcanzable, no ya el potencial, donde ya empiezan a jugar las restricciones climáticas, si hay agua o no, si tenemos suficientes nutrientes. Es decir, es mucho menos variable que el maíz de primera con lo cual si bien no podemos alcanzar aquellos techos de primera, tenemos más certeza de dónde puede andar.


-¿Cuáles son las principales restricciones?


-La principal restricción que tiene un maíz de segunda fue resuelta hace ya más de diez años por la biotecnología o por la correcta aplicación de insecticidas con maíces no modificados genéticamente, estamos hablando del Bt en el caso de los transgénicos. De esa manera podemos pensar en hacer maíz de segunda sin el riesgo que implica el ataque de esta plaga. Resuelto esto se plantea si hacer un maíz o soja de segunda cuando, se nos da la posibilidad de optar luego de una cosecha de cebada por ejemplo, que es lo que hoy estamos analizando. Desde el punto de vista de la fisiología, de cómo funciona y responde a los factores que está brindando el cultivo, las conclusiones a las que podemos arribar son que como rendimiento alcanzable con un maíz bien protegido y bien fertilizado, con las variabilidades anuales climáticas de temperatura, radiación y lluvias podemos andar en las 9 toneladas, 90 quintales, bastante frecuentemente, un año de cada dos. Obviamente habrá años peores en lo que bajaremos a los 60 quintales y años buenos en los que podemos superar los 100 quintales.


-¿Estos datos son exclusivos para esta zona de Pergamino y alrededores?


-Esto es teniendo en cuenta el ámbito regional, zona norte de la provincia de Buenos Aires, esto cambia si nos movemos, en especial hacia el norte.


-¿Qué hay que tener en cuenta para lograr esos rendimientos?


-Ese rendimiento posible se da con densidades que usaríamos en el maíz de primera y más o menos con los híbridos de un maíz de primera, lo podríamos lograr con un buen manejo en un año promedio en maíces de segunda. Pero es válido aclarar que si a estos datos le sumamos las restricciones de plagas, malezas y enfermedades el rendimiento podría bajar algunos quintales más.


Un punto crítico en los maíces de segunda colocar la siembra no demasiado temprano en diciembre, porque no da buenos resultados, los golpes de calor pueden complicar el rendimiento. Pero tampoco pasarse a siembras terminado el año porque las condiciones climáticas para floración son peores que si sembramos a mediados de diciembre sobre todo comienza a ser muy grave el riesgo de heladas lo que acortaría el ciclo y afectaría el peso de los granos. Pero en la segunda quincena de noviembre con densidades e híbridos ya comentados podemos aspirar a 70, 90 quintales, bastante estable entre años.


Otro punto crítico es el agua con la cual estamos sembrando en el suelo al momento de decidir esto, no el agua durante el ciclo, porque las probabilidades climáticas nos dicen que es mucho menos frecuente encontrar déficit hídrico en floración en una siembra de segunda que la floración de la siembra de primera. Pero el agua inicial es crítica porque puede ser que un trigo nos deje el perfil totalmente seco.


De manera que deberíamos manejarnos, si es que desocupamos el lote a principios de diciembre, esperando alguna lluvia que recargue por lo menos la mitad del agua útil de los primeros 60 centímetros del suelo como para que la primera etapa de despliegue de hojas cercanas a la floración, no esté tan comprometida. Si pasamos el 15 ó 20 de diciembre y seguimos sin agua, probablemente no podamos esperar hasta fin de año porque se nos va a caer mucho. Felizmente esa decisión la podemos tomar en el momento, o no hacemos nada, o cambiamos el cultivo, o asumimos el riesgo.



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