La Catalina en Bolívar es el lugar en el que se producen las semillas del nuevo cultivar de Festuca Alta, Brava INTA.
Allí se llevó a cabo, el martes 27 de octubre, una jornada por medio de la cual los productores de la zona conocieron en el campo las bondades del nuevo cultivar.
En horas de la tarde, un buen número de productores, profesionales, asesores y representantes de empresas semilleros, se congregaron en el campo de Miguel Díaz, sobre la Ruta 205. Allí fueron recibidos por el Ing. Agr. César Ojuez, responsable de la Agencia de Extensión de Bolívar del INTA quien explicó que esta actividad se dio “En el marco de una serie de reuniones a campo que hemos realizado. En este caso presentamos el nuevo cultivar de festuca, Brava INTA. Creado por Pedro Rimieri, una descendiente de la festuca Palenque que es muy conocida entre los productores”.
-¿Por qué se eligió este lugar para la presentación? -Tenemos lotes comerciales en este campo, lotes para semillas de la cual toda la semilla que ha salido de festuca Brava salió de este campo. Y por otro lado ha tenido una combinación con pastoreo animal y rollos. Tenemos algunos números interesantes, la productividad de materia seca superó los 10.000 kilos. La idea fue compartir la experiencia con los productores y a su vez hablar un poco de ambientes.
Sobre esa línea, Ojuez fue claro al decir que desde la Agencia se está pensando en trabajar con los productores para que puedan lograr “una muy buena ganadería en lugar de una mediocre y errática agricultura”.
Brava
Este nuevo cultivar de festuca alta denominado Brava INTA, inició su desarrollo en la década del ’90, es un cultivar sintético, cuya principal característica es la flexibilidad de hoja y el rendimiento de forraje. Con respecto a su antecesor –Palenque Plus INTA- lo supera en calidad forrajera. Este nuevo cultivar se generó en el marco del Convenio de Vinculación Técnica entre el INTA y la Unión Empresaria Semillero.
Durante la jornada el Ing. Pedro Rimieri brindó gran cantidad de detalles del mismo y entre ellos se refirió a una interesante experiencia con respecto a fecha de siembra: “Está la fecha óptima y después tenemos otra extendida dependiendo de las condiciones climáticas. La festuca normalmente se ha utilizado como un cultivo perenne en el que el primer año es poco aprovechable. Lo cual es cierto en parte: En el caso de Palenque o de Brava si se la siembra en la fecha adecuada y temprana (marzo o abril) hemos logrado una producción bastante importante en el año aún con condiciones climáticas adversas como la del año pasado”.
El especialista prosiguió diciendo que “Por otro lado, si nos atrasamos en la fecha de siembra podemos obtener éxito en la implantación como si lo hiciéramos en la fecha óptima, pero el desarrollo de la festuca es menor, no se puede producir semilla que es lo que se pretende el primer año de implantación sobre todo ante un nuevo cultivar. La pastura ahí sí no puede ser aprovechada hasta el año siguiente. Aquí presentamos las dos fechas de siembra, pueden ver claramente las diferencias y la producción lograda en ambos casos”.
-¿Cuentan ya con resultados?
-Los resultados de producción de materia seca los vamos a obtener en este campo, sí tenemos datos logrados en parcela lo cual nos da la posibilidad de alguna estimación indicando que en condiciones normales tenemos una pérdida de 4.000 a 5.000 kilos de materia seca en el año por la siembra tardía.
-En cuanto al manejo de este nuevo cultivar, ¿están realizando algún tipo de recomendación puntual?
-Lo primero es respetar el manejo propio de la festuca. Y una vez que respetemos eso, siendo una festuca que tiene un muy buen potencial de producción, de persistencia y además calidad, cuanto más ajustemos el manejo según los requerimientos de la siembra que estemos utilizando en ese momento, sean terneros o vacas de crías u otras categorías, ahí el ajuste del manejo es muy importante puesto que las diferencias de calidad se aprecian cuando esos manejos se respetan.
Agricultura de precisión
Si bien la jornada tenía como objetivo la presentación del nuevo cultivar, los organizadores aprovecharon para referirse a un tema que se viene: la agricultura de precisión.
En esta línea, el Ing. Agr. Gonzalo Pérez explicó que “Desde el INTA Bolívar proponemos para ganadería volver a utilizar las pasturas y como en agricultura se habla de precisión (manejo por ambientes de suelos) en ganadería tratamos de volcar estos nuevos conceptos y comenzar a hablar de ganadería de precisión”.
-¿De qué se trata?
-En este caso tenemos un mapa de suelo utilizando las cartas de suelo del INTA a nivel país, marcamos las diferencias que pueden existir a nivel de lote y para cada ambiente ponemos el mejor forraje que consideremos apropiado.
-¿Por qué se eligió este campo en particular para el desarrollo de esta idea?
-Este campo viene haciendo bien las cosas, al productor le gusta innovar y por ello surgió esta posibilidad. Por ello está trabajando con festuca, pero también con otras pasturas como verdeo como avena, alfalfa, agropiro, y básicamente lo que hace es poner cada pastura en el ambiente correspondiente.
-¿Cómo es el proceso del trabajo que están realizando?
-Usamos las cartas del Instituto de Suelo del INTA, las cuales tiene muy buena validez. Luego trabajamos con esas cartas digitalizadas y georeferenciadas, más el mapa catastral del establecimiento y el plano del establecimiento en los lotes. Cargamos toda la información en un sistema y superponemos todas las imágenes, también podemos utilizar imágenes satelitales para ver el grado de inundación o la cantidad de agua del campo. Así sale el mapa de suelo y el de ambiente. Cada ambiente tendrá una capacidad de uso puntual, la cual va desde 1 (suelos de Pergamino) a 7 (suelos exclusivamente ganaderos). Los suelos de 1 a 3 hacemos agricultura y en los de 4 a 7 proponemos hacer ganadería. En estos, recomendamos las diferentes pasturas de acuerdo al tipo de suelo. Hasta el momento la evaluación es muy buena, recién estamos comenzando con esta experiencia.
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