Sin embargo sigue atento la realidad del acontecer de la política local. A nuestros "admirados" gobernantes locales de los tres poderes, ya no les interesa el nitrato (que cobra vidas) ni las cloacas, ni el agua, ni las obras públicas, ni el sufrido pueblo.
Las discusiones están a la orden del día. El nuevo funcionario (dentista) se pelea feo con sus ex compañeros en el concejo. Los ediles se pelean.
El Ejecutivo esta con la fiesta del Dakar y piensa poco en el próximo verano. En verdad…piensa poco.
Perdón la mayoría no piensa ni tiene atisbo que eso ocurra en el transcurso de sus vidas. Hay gente que levanta la mano para aprobar presupuesto como si se le escapara un taxi en la Capital Federal.
Cuando uno se acostumbra a vivir de la política y no sabe hacer otra cosa, le da lo mismo la Biblia y el Patoruzito (con perdón de Isidorito) .
La cuestión no es perder el tren y en algunos casos conseguirse una beca para ellos y algunas gatas de dos patas. Lo avisamos ahora para que en diciembre o marzo la gente no se sorprenda con algunos nombramientos que serán de antología.
La Biblia esta junto al calefón, y lo peor que en Colón se perdió en algunos todo sentido de responsabilidad civil. (continuara)
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