De esta manera, de un promedio de 100 niños que nacían con VIH al año en la Provincia se pasó a una media de 64 bebés que contraen la infección durante el embarazo, el parto o través de la lactancia.
"Creemos que esta mejora se debe a una mayor conciencia por parte de las mujeres en cuanto a la necesidad de efectuar el test de VIH ni bien quedan embarazadas", señaló Sonia Quiruelas, coordinadora del Programa de VIH-Sida del Ministerio de Salud provincial. Vamos a indicar que en Colón hubo menores con resultados positivos.
Al comienzo de la epidemia, cuando aún no existía tratamiento antirretroviral para evitar la transmisión de madre a hijo, el riesgo de que una mujer embarazada transmita la enfermedad a su bebé ascendía al 30 por ciento. Hoy, con los cócteles de drogas disponibles, el riesgo de transmisión cae por debajo del 2 por ciento.
"Cuanto más tempranamente se comience con el tratamiento más chances tiene la mamá de no contagiar a su bebé, por eso fomentamos el testeo inmediato toda vez que una mujer queda embarazada", concluyó Antonio Parisi, asesor del Programa.
¿Más femeninos?
Los datos oficiales de la provincia de Buenos Aires indican que desde que se comenzó a tomar registro de los casos, en 1985, hasta el año pasado, la cantidad de afectados por VIH y Sida suman 18.904. El análisis de la estadística revela que el 60 por ciento de ese total corresponde a varones y el 40 restante a mujeres.
Sin embargo, desde el Programa provincial indican que en el último lustro crece el número de notificaciones de casos femeninos. Pero, lejos de creer que esto marca la tendencia, los expertos opinan que el mayor registro de mujeres con VIH se debe a que, por cuestiones culturales, son las que más consultan y, por lo tanto, las que más se testean.
"El 50 por ciento de los casos se produce por relaciones sexuales sin preservativo y, en los últimos años, el 60 por ciento de esos casos corresponde a mujeres", detalló Parisi y agregó que los hombres tardan más en llegar al diagnóstico porque demoran la consulta médica y recién llegan al centro de salud cuando tienen evidentes signos de enfermedad.
"En general cuando el varón llega al hospital ya está enfermo, es decir, que ha dejado avanzar al virus de tal manera que entró en la fase Sida, cuando ya aparecen patologías propias de la debilidad inmunológica que genera el virus sino es tratado con antirretrovirales, agregó el médico.
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