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11/09/2009
Sociedad

Mortalidad materna por aborto


aborto-1_110909 (25k image)(Dypra) - Las alarmantes cifras sobres las mujeres que mueren en y por abortos clandestinos lleva a muchas organizaciones sociales a militar por una práctica legal, gratuita y no punible. Mercedes hoy tiene 27 años. Cuando tenía 25 y por fallas en la utilización de los métodos anticonceptivos quedó embarazada...


Como aún se encontraba cursando estudios universitarios y la relación con su pareja no era buena, sintió no estar preparada para tener un hijo y decidió practicarse un aborto. Mercedes se muestra constantemente alegre pero cuando habla del tema su cara se trasforma y se instala un profundo dolor en su mirada.


Si bien Mercedes, con la ayuda de parte de su familia, pudo hacerse el aborto en una clínica con las medidas de seguridad correspondientes sin poner en riesgo su salud, muchas de las mujeres que deciden interrumpir su embarazo no tiene los recursos económicos suficientes para hacerlo en sanatorios y recurren a métodos que terminan con complicaciones y en muchos casos llevan a la muerte.


De acuerdo al último informe de Indicadores Básicos elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación, del 2008, el 24,2% de las muertes maternas ocurridas en 2007 tuvieron como causa común un aborto mal practicado. Las más afectadas son las mujeres pobres.


Cecilia Lipszyc, integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, habló con Informes y expresó: “El dato que manejamos es 500 mil abortos por año. Muere una mujer cada dos días y generalmente son de sectores populares que no tienen acceso a las clínicas”.


Yamila Balbuena, también integrante de la Campaña y miembro de la Asociación Feminista Las Azucenas, de La Plata, dijo a Informes que como todo sistema de estadística del Estado, el que registra los indicadores sobre el aborto es “obsoleto” y remarcó que los datos están desactualizados ya que son del 2007. Para Balbuena la crisis económica de 2001 complicó el escenario y afectó la situación financiera de gran parte de la población, por lo que las situaciones vinculadas a las consecuencias de abortos mal practicados “pueden haber empeorado”.


Balbuena insistió en que “no todos los caso en que llegan mujeres con abortos en procesos se registran como abortos clandestinos. Consideramos afectivamente más numeroso el numero de mujeres que mueren en situación de gestación. Las cifras de las muertes por clandestinidad del aborto son aberrantes”. (Continua en Pag 6)


Especialistas, políticos y vecinos coinciden en que el debate sobre la legalización del aborto es un universo muy complejo de abordar en Argentina. Pero la necesidad de hacerlo es urgente. Las estadísticas sobre el número de muertes por abortos mal practicados, aún estando desactualizados y lejos de reflejar la realidad, demuestran que el problema existe y debe resolverse.


Unos proponen despenalizar y legalizar el aborto para que las mujeres que decidan interrumpir un embarazo tengan atención segura y gratuita en los hospitales públicos y obras sociales de todo el país. Otros argumentan que están en contra de legalizar esta práctica porque sostienen que la despenalización no reduciría el número abortos sino todo lo contrario. El objeto es siempre el mismo: la vida. Para unos, la de la madre, la mujer. Para otros la del hijo, el embrión.


En la Argentina, el aborto es un problema diario: en los hospitales públicos de la provincia de Buenos Aires se registran 95 abortos cada 24 horas. Así lo revelan las estadísticas de los hospitales municipales y provinciales, donde estiman que más de 6 de cada 10 de esos abortos son inducidos, es decir, autoprovocados o realizados por un tercero en forma clandestina.


En 2004, en 179 de los abortos registrados en los hospitales bonaerenses había detrás una adolescente de menos de 15 años. Y durante el primer semestre de 2005 abortaron 113 chicas de entre 10 y 14 años. Si bien las estadísticas están desactualizadas por tratarse de una práctica clandestina, no dejan de ser elocuentes.


Yamila Balbuena, miembro de la asociación feminista Las Azucenas habló con Informes y manifestó: “Estas cifras son una matanza un genocidio, porque precisamente estas situaciones son evitables, incluso sin llegar a la legalización que es lo que nosotros reclamamos de fondo”. Y agregó: “Nosotros reclamos la legalización como solución definitiva. Pero reclamamos una tratamiento integral, educación sexual y anticonceptivos gratuitos para no abortar”.


Para la socióloga Cecilia Lipszyc, integrante de la Asociación de Especialistas Universitarias en Estudios de la Mujer, el debate en Argentina sobre la despenalización del aborto “no se da porque tenemos una iglesia católica muy fuerte y porque la clase política tiene un temor referencial a la iglesia”. Ella sostiene: “Estamos a favor del aborto legal porque las mujeres son dueñas y tienen derecho a decidir sobre su cuerpo”.


Con esto coincide Balbuena: “Militamos a favor de los derechos de las mujeres en términos de ciudadanía. Las mujeres tiene derecho a tomar sus decisiones sobre su vida, pero hay fuertes resistencia. Esta el peso de la subordinación social al derecho de la mujer de ser plena, ciudadana y libre”.


Más allá de sí está bien o no interrumpir un embarazo, la decisión para las mujeres nunca resulta fácil. En su experiencia como militante de una agrupación feminista Balbuena cuenta a Informes que “las mujeres que deciden abortar en la mayoría de los casos es por no querer desarrollar una vida sin las posibilidades económicas y afectivas de tener un hijo”. Y agrega: “Nunca llegan alegremente a tomar esa decisión, es muy dolorosa. El último recurso es el aborto”.


“Muchas veces llegan a esta situación por desconocimiento y falta de información. Muchas mujeres no conocen la píldora del día después de concepción de emergencia. Porque nunca recibieron educación sexual. No conocen como llegar a una relación placentera sin llegan a una situación no deseada de la que después no pueden hacerse cargo”, concluye la integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito.


Lo legal


En nuestro ordenamiento jurídico el aborto está legalmente prohibido como regla general. El Código Penal lo tipifica como un delito contra la vida y la persona, y establece prisión para quien lo efectúe y para la mujer que se causara o consintiera esa práctica.


Pero en ese mismo Código Penal el artículo 86 se establece: “El aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta, no es punible: 1º. Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios;


2º. Si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto.


A pesar de los casos en que el aborto no es punible, raras veces las mujeres en esas situaciones pueden acceder a un aborto legal y seguro. Con frecuencia los profesionales de las instituciones de salud exigen una autorización judicial para proceder a interrumpir el embarazo, debido al temor a ser procesados por el delito de aborto o por mala praxis; otras veces simplemente se niegan a realizar el procedimiento. A su vez, algunos jueces consideran improcedente esta solicitud, alegando que no están facultados a autorizar la práctica, pues el Código Penal es claro al respecto.


El Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires fue el primero en emitir una resolución al respecto (Resolución N° 304 del 29-1-07) que instituye que la interrupción del embarazo en los casos contemplados en los incisos 1° y 2° del artículo 86 no se requiere autorización judicial, y dispone un protocolo de procedimiento para las instituciones de salud. En el caso de riesgo para la vida o la salud de la mujer, el riesgo debe ser “fehacientemente diagnosticado” por un equipo interdisciplinario. A los fines del diagnóstico debe considerarse la salud “el completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedades o dolencias”.


El equipo interdisciplinario deberá expedirse en un plazo de no más de cinco días. Para realizar la práctica se requiere el consentimiento informado de la mujer, y, si es menor de edad, de sus representantes legales. Una vez expresado el consentimiento, el aborto debe realizarse dentro de los tres días siguientes.


Coso:


En julio de 2006, la Suprema Corte bonaerense autorizó la interrupción del embarazo de una chica discapacitada violada por su tío. Dado lo avanzado del embarazo, los médicos del Hospital San Martín de La Plata se negaron a practicar el aborto a la joven por entender que la chica cursaba el quinto mes de gestación y su vida corría peligro. Asistida por una ONG que proclama la defensa de los derechos de la mujer, la familia concurrió a una clínica privada de La Plata, donde se le practicó el operación.


Codigo Penal


El Artículo 85 del Código Penal argentino establece que: “El que causare un aborto será reprimido:


1º. con reclusión o prisión de tres a diez años, si obrare sin consentimiento de la mujer. Esta pena podrá elevarse hasta quince años, si el hecho fuere seguido de la muerte de la mujer;


2º. con reclusión o prisión de uno a cuatro años, si obrare con consentimiento de la mujer. El máximum de la pena se elevara a seis años, si el hecho fuere seguido de la muerte de la mujer.


Los costos


Según las Organizaciones a favor de la legalización y despenalización del aborto, las mujeres que deciden interrumpir su embarazo deben pagar para hacerlo entre 3. 000 y 4.000 pesos si acceden a una clínica con procedimientos seguros. Las que no tienen esta posibilidad acceden abortos por $500 poniendo en riesgo su vida.


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