Ayudan los pronósticos de lluvias que parecieran acompañar la demanda hídrica que hará el cultivo en buena parte de la región maicera. Por otro lado, la caída en la siembra de trigo obliga a muchos a no descuidar la proporción de maíz en la rotación, sobre todo si se quiere conservar cobertura y mantener el nivel aporte de rastrojos al suelo.
Es más, entre los miembros de la Regional Pergamino/Colón de Aapresid, la mayoría de los productores mantendrá la superficie histórica sembrada. En Colón podría rondar en 15 mil hectáreas el estimado. Si bien la inversión por hectárea es elevada, principalmente por el valor de la genética y los fertilizantes, los números cierran.
Como punto positivo, se puede indicar que muchos alquileres se sinceraron y hoy están entre 16 y 18 quintales la hectárea lo que permite que el maíz entre mejor en el negocio.
En cuanto a las fechas de siembra, varios factores apuntan a siembras en promedio más tardías que lo habitual. Perfiles de suelo con humedad escasa, lluvias que aparecerían de manera tardía, junto a riesgo de heladas primaverales, son factores que avalan esta idea. En Colón los mejores rindes correspondieron a las siembras más tardías, incluso las que llegaron a diciembre.
La consecuencia será que muchos productores diver- sificarán más el abanico de fechas de siembra, apuntando a buscar rindes promedios altos y estables, concluyó. Está claro que, con sus más y sus menos, se viene el maíz. Y los productores ajustan los detalles finales
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