Según informaron a fuentes del ministerio de Salud provincial, entre los proyectos de investigación clínica que comenzarán a ponerse en marcha a partir de septiembre figuran la implementación de un nuevo medicamento contra la Enfermedad de Alzheimer, un registro de reemplazo de la válvula aórtica sin cirugía y un novedoso tratamiento contra la diabetes tipo 1, en el que se utilizan células productoras de insulina provenientes de cerdos “libres de gérmenes”.
El primero está a cargo del neuropsiquiatra Federico Cappelli, del Centro de Estudios Neuropsiquiátricos y Psicológicos Integral (CENPIA) de La Plata, y consiste en la evaluación de una nueva molécula o medicamento contra el mal de Alzheimer para pacientes que no responden a los tratamientos vigentes. Según explicó el especialista, el nuevo tratamiento promete retrasar el avance de esta enfermedad cuya tasa de prevalencia asciende al 12 por ciento de la población de 80 años y se duplica hasta el 24 por ciento en la población de 85 años o más.
Por otra parte, en el sector público de la salud, más precisamente en el hospital El Cruce, se comenzará a confeccionar un registro de aplicación de válvulas aórticas percutáneas en la provincia de Buenos Aires. Según explicó una de sus impulsoras, la cardióloga intervencionista Carla Agatiello, “la estenosis aórtica degenerativa es una patología que va en aumento en cuanto a su prevalencia en adultos mayores y se diagnostica en el 4.6 por ciento de los pacientes que superan los 75 años”.
A pesar que la indicación de reemplazo valvular aórtico mediante una cirugía tradicional sigue en aumento, un 33 por ciento de los afectados tiene mayor riesgo de morir si se somete a una operación por la presencia de enfermedades asociadas como insuficiencia renal o cardiaca.
Por otra parte, en el hospital provincial Eva Perón de San Martín se comenzará a trabajar en un revolucionario tratamiento para el control de la diabetes tipo 1, que comenzó a emplearse en Nueva Zelanda y cuyo impulsor local es el médico Adrián Abalovich.
Según explicó el especialista, para evitar el mal control de la diabetes se comenzaron a utilizar células productoras de insulina, provenientes de cerdos “libres de gérmenes”. Estas células se microencapsulan en pequeñas gotitas de un material proveniente de las algas, que impide que el sistema inmunológico humano las rechace.
“Esas pequeñas gotitas con las células en su interior, se introducen en minutos en el abdomen del paciente diabético y desde allí, detectan los cambios permanentes de azúcar en sangre, liberando la insulina exacta que se requiere para normalizar el valor del azúcar sanguíneo”, detalló Abalovich. (DIB
|