Pero claro que en esta encrucijada de “rojos” donde el déficit parece Fobo, el Dios griego del pánico y que paraliza a gobernadores e intendentes, los municipios son los que más rápidamente sentirán el golpe por la falta de recursos. Algunos pocos jefes comunales ya comenzaron a blanquear la necesidad de pagar en forma desdoblada los salarios, aunque prefirieron empezar por retrasar sus deudas con los proveedores y recortar las horas extras. Desde el Gobierno destacan que no existen problemas para cumplir con los salarios en tiempo y forma, y algunos hasta dicen que, al menos, hasta octubre ya está la plata asegurada.
Un dato que no dejan pasar en los pasillos de Gobernación es el crecimiento de pedidos de adelanto de coparticipación que llegan desde las comunas. En los últimos 80 días se triplicaron estas solicitudes, según se constató. En lo que va del año, la Provincia transfirió adelantos de coparticipación a 23 municipios con el fin de paliar los desequilibrios financieros transitorios, por algo más de 20 millones de pesos. Y otros seis están en estudio. De los 23 distritos que ya recibieron el adelanto, seis son del conurbano, dos de la 2º Sección electoral, seis de la 4º, igual número de la 5º y tres de la 6º Sección.
En algunos casos, los adelantos que durante este primer semestre se giraron a los municipios van desde los 300 mil hasta 1.500.000 pesos. Esto tiene que ver con el tamaño de la comuna y con la legislación que rige para hacer este tipo de adelantos, porque un municipio puede pedir hasta el 10 por ciento de lo que estima recaudar en lo que resta del año. Por eso, el momento del año en que se haga este pedido es crucial para definir la cantidad de dinero que la Provincia puede adelantarle.
“La medida es parte de uno de los objetivos más importantes del gobierno de Scioli, que es garantizar que los municipios puedan cumplir con sus servicios, con las obras que realizan para el beneficio de toda la población. Por eso solemos resolver con rapidez estos pedidos”, dijo el ministro de Economía, Alejandro Arlía.
FONDOS
Como suele pasar a la hora de hablar de números, las diferencias son notorias. Mientras funcionarios de Scioli admiten que el rojo trepará a cerca de 5.500 millones de pesos, dirigentes de la oposición afirman que por lo menos duplicará esa cifra e incluso algunas estimaciones pesimistas vaticinan 13 mil millones de pesos.
Un poco más de 3 mil millones se cubrirían con el endeudamiento aprobado por ley. Por estas horas la Provincia está preparando la colocación de bonos en el mercado local, donde hay mucha liquidez por parte de los bancos y por parte de las inversiones. Estas letras serán por 600 millones de pesos. “Se trabaja en el mercado interno porque el acceso al crédito internacional está difícil; con la crisis financiera mundial no hay posibilidades como si se pudo hacer en 2007”, explicó Arlía.
Sin embargo, para el diputado nacional Jorge Sarghini, no está mal tomar deudas en época de crisis, pero el mal manejo del Gobierno hace que no tengamos acceso a ella. “Hoy no se puede buscar financiamiento no por la crisis. No podemos porque no tenemos credibilidad. Es imposible conseguir financiamiento si no tenemos estadísticas oficiales creíbles”, dijo quien fue ministro de Economía bonaerense de Eduardo Duhalde.
De conseguirse esos 3 mil millones de pesos, quedarán, siempre según datos oficiales, algo más de 2 mil millones, que deberán llegar de algún lado y son necesarios para cubrir gasto corriente. Por eso esta semana, además de Arlía, el ministro de Asuntos Agrarios, Emilio Monzó, y el Secretario General de la Gobernación, José Scioli, salieron con discursos direccionados hacia Nación, de donde se espera un salvavidas financiero que puede traducirse en “descongelar” el Fondo del Conurbano, una caja que hizo de Duhalde un “todopoderoso” en territorio bonaerense.
En tiempo de campaña, el propio Néstor Kirchner habló de «dolarizar» el Fondo para dotar de más recursos a Buenos Aires. Es decir que los 631 millones de pesos que se reciben desde la década del 90 y que quedó congelado, al ser transformado a moneda estadounidense, pasaría a ser de unos 2.300 millones de pesos.
“Para cerrar el año, vamos a necesitar alrededor de 2 mil millones de pesos”, resaltó Arlía, aunque aclaró que eso no representa siquiera un mes de gastos de la provincia “y no tenemos que olvidar que este fue un primer semestre en donde pasó de todo: crisis internacional, sequía, dengue y gripe A”.
PLANIFICACIÓN
Hay un término que incomoda a los gobiernos y suelen tratarlo con supremo cuidado: ajuste. El Gobierno salió a admitir que será necesario "un ajuste" en todas las áreas de la administración provincial ante la caída de la recaudación y los gastos adicionales que demanda la atención de una situación extraordinaria como la gripe A.
De hecho, ya comenzó la planificación para reestructurar el Estado, que incluirá la fusión o eliminación de algunas subsecretarías u organismos de menor rango. Sin llegar a despidos, desde Economía hicieron un llamado de alerta al resto de los ministerios para que en breve entreguen qué partida o gasto puede postergarse para el próximo año.
Para Arlía, no hay que hacer “ajustes” sino “tener conciencia del momento que estamos viviendo”. Por eso, dijo que se está haciendo una racionalización de gastos desde un punto de vista equilibrado. “Estamos viendo cuáles son aquellas cosas que no pueden esperar, como la obra pública, como los servicios esenciales, y dejamos de lado algunos gastos que por ahí estaban dentro de nuestros objetivos para este año”, sentenció.
Para Sarghini, entretanto, lo peor que se puede hacer en medio del receso es ir al ajuste. Pero aclara: “Si uno diseña el ajuste, decide quién paga y quién no. Pero cuando el ajuste se hace sólo es muy dañino. Y acá se va camino al ajuste sin planificación. Porque veo un Gobierno que se gastó toda la caja y que se niega a aceptar que tiene una dificultad seria”.
Algo está claro: la Provincia tiene un problema estructural. Es la que más aporta y en proporción la que menos recibe. Pocas veces como en la actualidad se vio una concentración de recursos para sí como hizo el kirchnerismo. Tras el duro revés electoral, algunos voces del Gabinete sciolista comenzaron a llevar la discusión de la coparticipación a un primer plano. ¿Lo hará Scioli cuando visite el lunes a Cristina Fernández?
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