Ambas cifras, obtenidas a partir de un relevamiento a cargo del Ministerio de Salud bonaerense constituyen los datos nutricionales que más preocupan por estas horas a las autoridades sanitarias que acaban de efectuar una propuesta para capacitar a los pediatras en el manejo de ambas variables.
Los especialistas señalan que la baja talla en los primeros años de la vida supone un mayor riesgo de padecer retrasos psicomotrices e insisten en que en un niño, el déficit en la altura es un problema que reconoce su origen en múltiples causas, entre las que son frecuentes la falta de lactancia materna, el bajo peso al nacer y un contexto caracterizado por el descuido, la falta de afecto y la violencia.
El último estudio, realizado sobre niños menores de dos años en marzo de este año, permite además comparar los indicadores con los de otros dos estudios similares efectuados hace siete y catorce años. "Al cotejar los datos observamos que si bien la baja talla y la desnutrición bajaron, el exceso de peso abarca cada vez a más chicos", señaló Flavia Raineri, coordinadora del Programa Materno Infantil de la Provincia.
"Consideramos que la baja talla es consecuencia y causa de la pobreza: el chico que no crece normalmente por las condiciones en las que ha vivido tendrá a futuro problemas para aprender, para desarrollarse e incluso para insertarse en el mundo del trabajo", observó Raineri. Para efectuar el estudio se emplearon las nuevas tablas de medición propuestas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que indican cómo deberían crecer los chicos en condiciones óptimas de salud y cuidado.
Los determinantes
"Todos los chicos, más allá de la etnia y la genética, alcanzan una media de altura similar si las condiciones de nutrición y los cuidados que reciben son suficientes", explicó Norma Piazza, secretaria del Comité de Nutrición de la Sociedad Argentina de Pediatría.
En tal sentido, la especialista explicó que la lactancia materna exclusiva hasta el sexto mes es fundamental a la hora de sentar las bases de un buen crecimiento.
Está probado que los niños de mujeres que fumaron en el embarazo pesan hasta 250 gramos menos al nacer que otro no expuesto al humo del tabaco. Pese a esto una encuesta a más de 10 mil parturientas bonaerenses demostró que un 20 por ciento fumó durante los meses de gestación.
"Por otra parte la baja talla o estatura se vincula con falta de controles médicos y contextos familiares estresantes y violentos", detalló Piazza.
"Si bien no se puede decir que un chico que crece poco tenga indefectiblemente problemas de aprendizaje escolar, sabemos que tendrá mayor riesgo de experimentarlos", explicó Piazza.
Y aclaró que, en relación al crecimiento, es en los primeros tres años de vida donde se juega el futuro de cada niño, "lo que no aporta durante ese periodo difícilmente se pueda paliar después", señaló.
Por otra parte, el indicador nutricional que no para de crecer es el de la obesidad, que en menores de dos años se sitúan en el 12, 8 por ciento.
Para Piazza, esto se relaciona con el reemplazo de la lactancia por leches de fórmula y la administración de jugos azucarados o gaseosas en los primeros años de la vida.
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