Los resultados en el interior bonaerense confirmaron a esa geografía como el principal bastión antikichnerista. De las cinco secciones fuera del GBA y La Plata, el Acuerdo Cívico y Social se impuso en tres (4°, 6° y 7°) y Unión PRO en dos (2° y 5°).
No era difícil adivinar que así sería, si se tienen en cuenta los efectos políticos, económicos y sociales que allí ha tenido la pelea con el sector agropecuario y las políticas que se han desplegado desde entonces. Pero los resultados son notables: a partir del 10 de diciembre, el oficialismo perderá la mayoría automática en diputados y senadores provinciales y el ACyS emergerá como arbitro importante: sus bloques tendrán sólo un miembro menos que los del FpV en las dos cámaras.
A favor de esa realidad, ya comenzaron las pujas por imponer nuevas autoridades legislativas. Las huestes de Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín confían en obtener buenos resultados, a favor de su perfomance electoral. En Unión PRO también aspiran a tallar fuerte, a partir de una política de alianzas que los ayude a imponer sus criterios. Pero los dos espacios aún no confirmaron si serán o no bloques unificados (URC y Coalición Cívica por un lado; felipistas, denarvaístas y macristas por el otro), lo que impone por ahora un marco de incertidumbre.
Además, las alianzas nacionales tendrán no poco impacto en esa resolución: por caso, no es lo mismo un De Narváez "peronizado" apoyando a Reutemann (con Solá como eventual candidato a vice y él mismo a Gobernador) que uno encolumnado con Mauricio Macri.
Habrá que ver también cómo se resuelven las tensiones con los felipistas de ese espacio, que se acallaron pero no desaparecieron con el resultado electoral. Con todo, parece, en ese contexto, una quimera que el oficialismo pretenda pactar con peronistas disidentes. Por el lado del ACyS, la relación con el cobismo, que tantos "chispazos" produjo en la campaña, no es un tema menor.
Como fuere, la Legislatura será para Scioli un escenario mucho más complicado (otro más) que hasta ahora, en el que tendrá que extremar los acuerdos y afinar el diálogo si es que quiere ver convertidas en ley sus iniciativas más importantes. La discusión por el presupuesto 2010 será un test importante en ese sentido (DIB)
Preocupación general por cortes de boleta
Las elecciones legislativas dejó algunas perlitas. La primera el altísimo corte de boletas y la segunda que en Colón es muy difícil ganarle al oficialismo. Se dio solamente una vez.
No sólo Néstor Kirch ner debería preocuparse por los cortes de boleta: en estas elecciones más que en ninguna otra se notó un altísimo grado de corte entre los niveles distritales y seccionales, algo muy raro en este tipo de elecciones.
En efecto, en el 43 por ciento de las localidades bonaerenses se impusieron fuerzas diferentes en el orden local y seccional. Es decir, que en 57 de los 134 distritos bonaerenses, el electorado optó en mayor medida por la "tijera" para manifestar su voto.
Esta situación no deja de sorprender a los dirigentes políticos, que sólo pueden explicarlo en el hecho de que la "nacionalización" de las elecciones llegó hasta el nivel seccional, afectando en menor medida el orden municipal.
En este panorama, fue el Frente para la Victoria quien ganó en más localidades, imponiéndose en el 44 por ciento de los distritos. Lo siguió el Acuerdo Cívico-UCR, ganando en el 28,6 de las localidades; luego los partidos vecinalistas, que lograron triunfar en el 15,6 por ciento de los municipios; Unión-PRO, en el 8,9 por ciento; y el justicialismo no kirchnerista, en el 3 por ciento.
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