El caso se remonta al 30 de agosto de 2007, cuando la policía bonaerense notificó a sus pares del departamento San Jerónimo sobre la aparición de un auto Toyota Corolla, en las afueras de una villa de emergencia de Pergamino. Con los datos del coche, la fuerza santafesina se puso en contacto con los familiares de Gómez, que no aparecía por ningún lado.
Ese mismo día, una de las hijas del doctor fue hasta el chalet de Ruta 11 -Km 420- en busca de su padre y se encontró con la casa revuelta. Hizo la denuncia a la policía y pronto se irradió un pedido de paradero con los datos de la víctima.
Hasta entonces, sólo se pensaba en una cosa: Rogelio Gómez había sido víctima de robo y ahora se encontraba secuestrado. Sin embargo, las manchas de sangre sobre el tapizado del Corolla gris perla preanunciaban la tragedia.
La madrugada del 4 de septiembre fue hallado el cuerpo baleado en un camino rural, en las afueras de Coronda, cerca del Cementerio Municipal. El cadáver, maniatado y encapuchado, tenía tres orificios de bala, uno en el abdomen y dos en la cabeza.
Uno es reincidente:
Por ese crimen, el juez de Sentencia, Luis Juan Rodríguez, condenó a la pena de prisión perpetua a Cristian José Rodríguez, de 26 años. El magistrado lo consideró "coautor del delito de homicidio agravado por alevosía, "criminis causa' y agravado por la participación de un menor de edad".
Además, fue declarado "reincidente" porque tenía pendiente una condena a 5 años en el Tribunal Criminal de Pergamino.
A Enrique Fabián Gómez, el contacto local, le dieron 6 años y 8 meses de prisión con pena a vencer el 2 de mayo de 2014, como "partícipe principal de robo con armas de fuego". Para el juez Rodríguez, fue Gómez quien "aportó información para concretar el robo".
Las penas aplicadas por el juzgado se ajustaron a lo solicitado por la fiscal Nº 7, Mariela Jiménez, que además de la perpetua había solicitado 7 años para Gómez y 5 para Valeria Yanina Rodríguez, de 21 años. No obstante, el defensor oficial apeló el fallo, y hasta el momento no se encuentra firme.
En la resolución judicial se declaró "en rebeldía" a la chica, que, tras ser procesada en octubre por el juez de Instrucción Octava, Jorge Patrizi, recuperó la libertad. La mujer fue acusada de "hurto y robo calificado por el uso de arma en calidad de partícipe secundaria".
Acusaciones cruzadas:
A los tres nombrados se le suman Jésica, de 16, y Dieguito, de 17 años, ambos a disposición de la Justicia de Menores. Todos ellos están acusados de haber planeado, colaborado y ejecutado el robo y la muerte del médico de Coronda, aunque con diferentes responsabilidades.
En realidad, sólo dos de ellos -Dieguito y Rodríguez- fueron los que secuestraron y ejecutaron al profesional. El resto facilitó los medios o colaboró para consumar el ilícito. (El Litoral
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