Mediante un comunicado oficial, la Junta enmarcó la reducción de la cantidad de electores en un conjunto de medidas destinadas a “facilitar el desarrollo del acto comicial”, que según autoridades partidarias y comiciales tendrá un difícil escrutinio, dada la proliferación de listas colectoras y espejos.
A raíz de esa medida, las mesas de votación serán 3.600 más que el los comicios del año pasado, lo que a su vez aumenta en igual número la cantidad de fiscales con que deberán contar los partidos políticos para controlar que no se produzcan irregularidades durante la elección.
Esa particularidad despertó suspicacias en la oposición, que viene alertando sobre la inconveniencia de esa medida. En ese sentido, apuntaron contra el Frente Justicialista para la Victoria, porque esa fuerza política es la que menos inconvenientes tiene para aportar gran cantidad de fiscales.
Sin embargo, desde la Justicia indicaron que lo que se busca es evitar situaciones como las que se registraron en la elección de 2007, cuando en algunos puntos la votación se prolongó casi hasta las 22, cuando debería haber finalizado a las 18. Indicaron además que esta vez será necesario iniciar cuanto antes el escrutinio dado que la gran cantidad de listas colectoras y espejo lentificará el conteo (DIB)
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