El caso de un hombre 30 años y que tenía prisión domiciliaria gozando los beneficios que le otorga la tobillera electrónica y la justicia lo acusa de comercializar cocaína nos muestra las faltas de controles que existen. Tampoco nadie se explica a esta altura de las circunstancias como los jueces aplican el beneficio de la denominada pulsera electrónica.
Una denuncia que sería anónima en la Fiscalía Descentraliza a cargo de la Dra. Magdalena Brandt habría dado intervención al Ayudante de Fiscal y encargado de las denuncias por comercialización de drogas en la justicia perga minense, el Dr. Adrián Rodríguez.
El jueves último siendo aproximadamente las 21.15 hs, móviles del grupo especial antinarcotico de la policía bonaerense. Convergieron en la pizzería parrilla de la calle 47 y 12. En el lugar se encontraban varios clientes, la persona buscada y la madre.La policía buscaba a la mujer que realizaba los viajes con los encargues de pizza o pollos parrilleros. Al no estar la empleada que llevaba los delibery rápidamente un grupo con el jefe del los policías se dirigió a un Departamento de Planta baja situado sobre la tira que da a la Ruta Nº 8. La mujer no estaba, pero se encontraba su pareja. Al llegar la persona buscada fue detenida.
El operativo terminó a las 2 hs de la mañana cuando se terminaron de realizar los pruebas de peritajes con reactivos sobre la sustancia que parecía ser cocaína (tendría algunos cortes). Los policías trasladaron a los calabozos de nuestra ciudad a dos mujeres y la persona que gozaba de detención domiciliaria. La mayor cantidad de drogas fue secuestrada en el Departamento. Los pesquisas en un primer señalaban que en total se habría secuestrado unos 60 gramos de cocaína.
Una justicia ciega
El hombre que gozaba de prisión domiciliaria estaba bajo el régimen de la pulsera electrónica. El dispositivo magnético en forma de pulsera que se les pone en los tobillos a los condenados cuando están en prisión domiciliaria para detectar a distancia si se han movido del área permitida. También se llama así un dispositivo electrónico para controlar desde un centro hospitalario el estado y la medicación de enfermos terminales que están en su domicilio.
Cuando en el 2008 se dio el caso de varios presos que delinquían teniendo la pulsera electrónica la provincia de Buenos Aires dijo que incorporarán a "profesionales del Patronato de Liberados para que haga el seguimiento físico". Por los resultados nada ocurrió. En Colón existe una oficina de Patronatos de liberados. Según una fuente existen más de cincuenta personas bajo su tutelaje. ¿Tiene todos los elementos para ejercer el control?. Los parripollos
Hace seis meses, y en medio de muchas versiones sobre posibles actos ilegales de similares características a las relatadas de la persona ahora detenida, hubo denuncias de vecinos porque le molestaba el humo de la parrilla para asar pollos que funcionaba en la vereda. Un inspector funcionario municipal fue de inmediato a prohibir y requirió que sacara la parrilla y además que dejara de funcionar.
La orden fue acatada pero las personas que llevaban adelante el emprendimiento fueron a hablar con el comisario y otras áreas como concejales. El presidiario luego siguió cocinando los pollos en la terraza por lo que sería una "orden de arriba". Semanas después se traslado a la vereda. Mientras tanto las versiones aumentaba y nadie podía ignorar lo que sucedía. ¿Como es la verdad de la milanesa?.
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