El magistrado ordenó realizar muestras comparativas de ADN con sus sobrinas para determinar fehacientemente que el cadáver se corresponde. También la realización de un examen pericial medico antropológico forense para determinar si las lesiones se corresponde con los del accidente por cuyas lesiones falleció en la localidad de Ramallo. La exhumación de Ponce de León se programó para la noche del lunes , indicándose la hora de comienzo para las 21.00, en la Iglesia Catedral.
Con bastante anticipación se hicieron presentes los equipos de trabajo de Defensa Civil, los que asumieron un importante protagonismo, dado que fueron los que con equipos portátiles abastecieron de energía a los reflectores que se colocaron en el interior de la Catedral, para alumbrar el sector donde debía concretarse la exhumación.
Estuvieron presentes el juez, doctor Carlos Villafuerte Ruzo, los doctores Lassalle y Pendino, este último, secretario en lo Penal Número Uno. Además, la Dra. Poggio como fiscal Subrogante y la secretaria de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal, Dra. Paula Moretti. La Policía Federal, al mando del comisario Ahualli, tuvo a su cargo el control y custodia del escenario de la diligencia, con la presencia de las máximas autoridades religiosas y también de un médico sacerdote enviado por el Vaticano, como representante de la Iglesia.
En la parte exterior, el cordón policial estuvo a cargo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, a las órdenes del capitán Jorge Ayala. Estuvieron presentes el director de Seguridad del Municipio, Luis Eduardo Montangie y Daniel Castaño; ambos invitados a refrendar el correspondiente acta sobre lo actuado.
Arribaron al lugar, por otro lado, los profesionales que dirigieron las obras de la estructura de mármol en la que estaban colocados los cofres. Uno de Monseñor Vennera, que quedó donde estaba y el restante de Ponce de León, que fue separado y quedó bajo custodia hasta que fue trasladado a la Morgue Judicial. Todo lo actuado se fotografió y se filmó, paso por paso y el ataúd quedó enfocado por dos cámaras, para filmar toda la noche el interior del templo y que quede registrada cualquier posible presencia o movimiento en el lugar.
El ataúd estaba en buen estado de conservación, por lo que los enviados de la cochería Misiano, descartaron las acciones programadas en caso de que las condiciones del mismo no fueran las mejores. Según los datos proporcionados por parte de la secretaria de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal, Dra. Paula Moretti, llevaron a cabo la autopsia de Monseñor Ponce de León, el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a cargo de los doctores: Luis Alberto Bosio, Roberto Cohen y Norberto López Ramos. Intervinieron en colaboración, el Equipo Argentino de Antropología Forense, a través del Dr. Miguel Angel Nieva.
Además arribaron Eduardo Reszes -abogado de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires- y Ana Oberlín, en representación de la Secretaría afín de la Nación. Los restos, exhumados durante la noche anterior luego de una tarea muy esforzada y para nada sencilla, habían quedado dentro del ataúd en la Iglesia Catedral.
Dos cámaras filmaban todo lo que en ese ámbito ocurría, si alguien se hubiera acercado a los restos del ex obispo la filmación lo habría registrado, esto parte de un mandato,lo que se hacía con los restos del ex obispo debía ser filmado y fotografiado, paso por paso y volcado en detalles en el correspondiente acta.
Incluso debía haber continuidad histórica en los registros, las cámaras tenían la misión de seguir al fúnebre desde que partía hasta dónde llegaba, siempre con el ataúd a la vista. Nadie podía tocarlo de no ser trabajadores de la operación traslado o aquellos que debían actuar como peritos médicos
La autopsia
El traslado desde el Catedral a la morgue se hizo muy temprano, comenzó muy poco después de las siete, aunque mucho antes estuvieron presentes en el templo mayor aquellos que debían cumplir algún tipo de rol en la diligencia. Ubicado el cuerpo en la mesa de trabajo para la necropsia. los profesionales intervinientes se abocaron a lo suyo colaborando con ellos en un todo el doctor Manuel Caro, profesional nicoleño de larga trayectoria, quien dirige los destinos de la Morgue Judicial.
Sobre el mediodía recién se daba por concluida la tarea. Demandó mucho tiempo después el cerrar el féretro, soldar los bordes metálicos y cumplir las medidas de práctica en materia de higiene y desinfección. El padre Marciano Alba llevó a la morgue por entonces los efectos religiosos que debían acompañar a los restos de Ponce de León.
Una tarea por demás de prolongada y exigente fue la confección del acta ya que debía reflejar sin margen para el error lo actuado por los médicos y las extracciones producidas. El acta se leyó ante los participantes e incluso se dieron las clásicas correcciones para despejar cualquier tipo de duda o posiblidad de equívoco o concepto considerado poco claro.
El doctor Carlos Villafuerte Russo, Juez Federal de San Nicolás, una vez concluida la autopsia se instaló en la vereda de la Morgue Judicial acompañado, entre otros, por los dos doctores Lassalle y Pendino y alternativamente diálogo con los peritos de parte que iban egresando de la sala de operación. El doctor Villafuerte Russo señaló "todo se desarrolló con normalidad y no sabemos en cuánto tiempo pero calculamos que en unos treinta días puede estar listo el informe. Y cuando ello ocurra el mismo va a ser puesto a disposición de las partes, adunando, entonces, la opinión de los peritos de esas partes".
Un poco de historia
Carlos Ponce De León, obispo de San Nicolás durante la última dictadura, murió el 11 de julio de 1977 en un misterioso accidente automovilístico en proximidades de la ciudad de Ramallo. Su muerte ocurrió cuando viajaba, junto a su hijo adoptivo, desde San Nicolás a Buenos Aires, para presentar unos papeles en sus gestiones pidiendo por ciudadanos desaparecidos en su área y reportando la represión ilegal que tenía lugar en el norte de la provincia de Buenos Aires y el sur de Santa Fe.
Tercer obispo Titular
Monseñor Carlos Horacio Ponce de León, fue el tercer obispo Titular de la Diócesis de San Nicolás de los Arroyos. Fue nombrado por el Papa Pablo VI, mientras era obispo auxiliar de Salta, el 28 de abril de 1966. Tomó posesión canónica de esta sede el 18 de junio de ese año hasta que en 1977, fallece víctima de un accidente automovilístico sobre ruta 9, cuyas causas aún no han sido aclaradas y por lo que hay una causa abierta.
Al quedar vacante la sede, el Papa Pablo VI designó Administrador Apostólico de San Nicolás al obispo auxiliar de San Isidro, Moneñor Justo Oscar Laguna Incluso, se cree que iba a presentar en la Nunciatura de Buenos Aires documentación que tenía que ver con el asesinato de los curas palotinos. Según organismos de derechos humanos, Ponce De León era considerado un "obispo rojo" en el norte del territorio bonaerense, ya había tenido enfrentamientos con militares de San Nicolás e incluso lo apodaban "monseñor ambulancia" porque solía recoger a heridos en enfrentamientos y atendía a familiares de desaparecidos.
Como en el caso del obispo riojano Enrique Angelelli, siempre se sospechó que el accidente en el que murió Ponce De León había sido fraguado; el Juez Villafuerte Russo, que investiga esa hipótesis, interrogó al hijo adoptivo del religioso, quien desde hace 25 años vive en el exterior.
Al declarar por primera vez en la justicia sobre aquel episodio, Martínez "relató cómo Ponce de León fue rematado al borde de un camino por fuerzas militares a cargo del coronel Saint Amant", según aseguró la subsecretaria de Derechos Humanos bonaerense. Rematando al obispo La subsecretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Sara Derotier de Cobacho, querellante en la causa, declaró a la prensa que Martínez contó que cuando viajaba por la ruta el auto volcó repentinamente y pudo ver cómo "un grupo de militares golpeaba con las culatas de sus fusiles al obispo, antes de oír la voz del coronel Saint Amant dar la orden para que lo remataran".
Incluso, Martínez habría salpicado a sectores de la Iglesia con esta muerte y habría señalado al Nuncio Pío Laghi como "cómplice" del crimen. "Ponce de León recibía de manera habitual a los familiares de jóvenes desaparecidos y le remitía esa información al Nuncio Apostólico Pío Laghi, que se la entregaba a su vez a Eduardo Emilio Massera", aseguró la subsecretaria.
La funcionaria tuvo acceso a la declaración de Martínez, ya que es querellante en la causa en representación de los sacerdotes Marcelo Sbaffo y Marcelo Domenech, la agrupación HIJOS de Rosario, Madres de San Nicolás y Rosario y familiares de Ponce de León.
Según el organismo, existen testimonios que dicen que Ponce León recibía constantes amenazas de muerte en las que le decían que "de julio no pasaba", que lo habían perseguido e insultado en la calle y que contaba con importante información sobre el asesinato de los curas pa- lotinos, ocurrida un año antes, que planeaba presentar en la Nunciatura el mismo día de su muerte.
Autopsia
El Fiscal Federal Juan Murray (que no estuvo por estar realizando otras tareas de suma importancia). dijo lo que espera encontrar en la autopsia "Establecer fehacientemente cuáles fueron las causas de la muerte del Obispo. Pedimos que se establezca cuáles son las lesiones que presentan los restos y si esas lesiones son compatibles con las producidas en un accidente automovilístico, lo que no se hizo en 1977.
Está certificado que existía un seguimiento por parte de los Servicios de Inteligencia del Ejército y de la Policía de la provincia de Buenos Aires sobre Ponce de León y numerosas amenazas de muerte sobre él, y esos hechos no fueron documentados ni investigados en la causa de 1977. Hay un testimonio concreto de la persona que ha acompañado a Monseñor en el momento del accidente -Víctor Oscar Martínez- que refirió que el hecho no fue un accidente, fue un atentado, y que Ponce de León fue golpeado luego de producirse el impacto en la Ruta Nacional Nº 9". (Datos El Norte)
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