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16/04/2009
SALUD EN RIESGO

Agroquímicos: informe sobre malformaciones y cáncer


fumigacion_170409 (32k image)Un estudio detectó que en las poblaciones rurales del sur santafesino los casos de malformaciones en niños superan 10 veces la media latinoamericana; y la cantidad de cánceres hormono-dependientes, como son de testículos y ovarios, también exceden varias veces la media nacional. A pesar de su relevancia, la investigación duerme desde hace casi tres años en los despachos oficiales...


El estudio fue realizado por profesionales del Hospital Italiano, el Ministerio de Salud de la Nación, la Universidad Nacional de Rosario (UNR), el Centro de Investigaciones en Biodi- versidad y Ambiente, la Federación Agraria Argentina, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe.


Los casos en Colón


Antes de leer el estudio se debe tener en cuenta que según lo publicado por Colón Doce en 1999, 2000,2001, 2007, las muertes por cáncer en Colón alcanza el 25 por ciento del total de las defunciones. La media nacional está en un 17 por ciento y creemos que la tendencia se mantiene en el presente, sin contar las personas afectadas y que luego logran la cura. En Colón no existe un mapa de los casos de cáncer para determinar fehacientemente la tendencia, causas, etc.

El estudio Nacional


"Después de que se presentó oficialmente, en 2006, no pasó nada, no hubo programas ni políticas, ni del Ministerio de Salud nacional, que financió la investigación, ni de la provincia, que debió haber recepcionado los resultados", disparó el coordinador del proyecto y director de la Unidad de Medio Ambiente y Salud Reproductiva del Hospital Italiano, Alejandro Oliva.


El especialista destacó que "si se ponen en relación estas enfermedades con las condiciones ambientales, podemos decir que el 90 por ciento de los casos detectados se produjeron a unos 300 metros de los focos de riesgo estudiados, que son acopia- dores de granos y agroquí- micos, feed-lots, basurales y transformadores con PCB".


El proyecto, que recobró relevancia luego de que la Justicia ordenó el 16 de marzo pasado la suspensión de las fumigaciones en la localidad de San Jorge, comenzó a desarrollarse en 2001 y abarcó las localidades de Bigand, Carreras, Alcorta, Santa Teresa y Máximo Paz, además de la bonaerense Pérez Millán.


Oliva detalló que "en todos los casos se trata de áreas altamente explotadas en los últimos 50 años por actividades agroproductivas, y que estuvieron expuestas a diferentes agroquímicos".
La investigación no sólo estudió los casos de malformaciones congénitas infantiles como hipospadias y criptor- quidias, problemas masculinos que tienen relación directa con la cuestiones ambientales y el uso de agroquímicos, sino también los cánceres hormono-dependientes (próstata, mama, testículo y ovario), ambos marcadores del impacto del medioam- biente.


Resultados


En el caso de las malformaciones urogenitales se estudiaron los registros de Carreras y Máximo Paz. En estas comunas, los casos de criptorquidias, una patología que se caracteriza por el no descenso de los testículos es ocho veces mayor a la media nacional, y la hipospadia (el pene no se desarrolla de manera usual) supera esos registros 14 veces. Y en Máximo Paz, la incidencia de hipos- padias llega a superar 20 veces los índices esperados.
"No quedan dudas de que en materia de malformaciones existe un problema serio", sintetizó Oliva, quien indicó que "en los casos de cánceres, el análisis es más complejo".


En los hombres se detectaron cánceres de testículos que triplican la media nacional, al igual que los casos de cáncer gástrico. Los de páncreas y pulmón duplican la media, y los de hígado son diez veces mayores a la media.
En las mujeres, los cánceres de ovarios duplican la incidencia media y los de cánceres hepáticos son seis veces mayores a los registros nacionales.


Medio ambiente


Oliva indicó que "se puede sospechar que hay una relación entre estas enfermedades y las condiciones del medio ambiente, que incluyen el uso de agroquímicos, la calidad del agua -que en esa zona tiene altos niveles de arsénico- y los demás factores de riesgo".
Además aseguró que "el 90 por ciento de los casos de estas enfermedades se presentan en todas las localidades bajo estudio en el radio de 300 metros o menos de los puntos de riesgo", y puso en juego otro concepto, el de "sinergismo".


"Muchos de estos factores de riesgo, en baja dosis, producen gran impacto, y esto es lo que sucede en esta zona. La existencia de agroquímicos acumulados en el organismo de la gente se mantiene allí hasta 50 años. También se acumula en los animales, el suelo y los sedimentos. Pero a esa contaminación se suma agua con altos tenores de arsénico, napas con nitritos y nitratos, que son productos de los feed-lots. Todo eso, más la fumigación, se combina y está teniendo un alto impacto", explicó.


"Lo que manifiesta la gente es que "algo está pasando", pero no saben qué y tampoco saben cómo interpretarlo. Es más, estas comunidades se sintieron desnudas cuando se planteó esta problemática y no relacionan factores de riesgo ambientales con enfermedad", explicó el director de la investigación.


Sin embargo, el médico reconoció que "en los últimos meses, en el sur provincial, apareció el reclamo de la gente ante las fumigaciones y hasta hubo intervención de la Justicia. El planteo sube desde las propias comunidades", aseguró


Más problemas


Un porcentaje inusual de casos de infecciones urinarias se detectaron en la comunidad de San Eduardo y los conocidos en la materia no descartan que sea consecuencia del uso de agrotóxicos utilizados fundamentalmente en la soja.


Esa es al menos la sospecha del médico de esa localidad Tomás Hintze, quien reconoce avances en esta localidad en ciertos aspectos sanitarios, aunque aclara que "todavía sigue siendo tierra de nadie, porque son muchos los que todavía siguen fumigando cerca del pueblo con el consabido riesgo que eso implica".


Esta pequeña localidad de algo más de mil habitantes está ubicada a 25 kilómetros de Venado Tuerto. En el año 2005 se publicó la inquietud de un grupo de vecinos que se alarmaron por la cantidad de casos de cáncer; muchos de ellos en personas jóvenes. Desde el 2000 hasta el 2005 más de 75 personas perdieron la vida a causa de esa enfermedad; una cifra que está por encima de la media provincial.


Ese 2005 las autoridades sanitarias locales relevaron a las casi mil personas que vivían en el pueblo. Esta investigación, surgida de una inquietud de la misma población, fue realizada por Hintze y la médica Margarita Stortini.


A partir de ese estudio vinieron otros, como el del suelo y las napas, por parte de la provincia. La conclusión fue que el agua, suministrada a través de bombeadores, estaba sumamente contaminada. Hoy, San Eduardo se abastece de agua para consumo humano tratada mediante ósmosis inversa.


Nunca se pudo comprobar si eso disparaba los porcentajes de cáncer en el pueblo, pero la intriga no desaparece entre sus habitantes, a pesar de que hoy no se vive el clima de psicosis de otros años.


Las sospechas siguen recayendo sobre los transformadores con PCB, los fumigadores terrestres y aéreos que pasan por el pueblo contaminando con productos agrotóxicos a la gente o las cerealeras que se encuentran dentro del ejido urbano.


Estudio del Conicet


El herbicida glifosato utilizado para la soja transgénica, que es el principal cultivo en la Argentina, puede producir malformaciones neuronales, intestinales y cardíacas, según lo determinó una investigación científica del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) que utilizó embriones anfibios y cuyos resultados son totalmente comparables con lo que sucedería con el desarrollo del embrión humano


Las dosis de herbicida utilizadas para el estudio estuvieron muy por debajo de los niveles que se usan en las fumigaciones, por lo que la situación es mucho más grave debido a que el glifosato no se degrada.


En la Argentina se utilizan anualmente entre 180 y 200 millones de litros de este herbicida, desarrollado por la multinacional Monsanto y que desde su desembarco en el país, en 1997, se ha expandido hasta las 18 millones de hectáreas.


Carrasco dijo que la investigación determinó que "el glifosato puro, en dosis menores a las usadas en fumigación, genera malformaciones" y "podría estar interfiriendo en algún mecanismo normal del desarrollo embrionario que tiene que ver con la forma en que las células se dividen y mueren".


"Las empresas dicen que beber un vaso de glifosato es más sano que beber un vaso de leche, pero lo concreto es que nos han usado como conejillos de indias", agregó y puso como ejemplo lo ocurrido en Ituzaingó, un barrio de 5.000 personas en la periferia de Córdoba donde en los últimos ocho años se constataron cerca de 300 casos de cáncer asociados a las fumigaciones con plaguicidas.


Ante la andanada de denuncias judiciales relacionadas con el uso desproporcionado de agroquímicos en el cultivo de soja transgénica, en febrero último el Ministerio de Salud creó un grupo para investigar la problemática en cuatro provincias. Argentina es el tercer exportador mundial de soja y ocupa también puestos de relevancia en el comercio global de derivados (aceites y harinas) de ese grano. (Datos Panorama; La Capital)


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