La historia tiene ribetes preocupantes. Un nena de ocho años concurría al mismo horario a un comercio ubicado en un sector de calle 15 del barrio Belgrano y que quedaba a una cuadra de su domicilio.. Compraba el pan y otros encargues que le realizaba la familia.
El lunes un hombre cuya identidad se desconoce y que podría ser rubio o con reflejos, concurrió al negocio y preguntó por la menor diciendo que era el albañil que realizaba refacciones en la casa y que venía a buscarla porque un hermano lloraba.
La persona que la atendió le contestó que ya la menor habría realizado las compras. El sujeto se retiró y el comerciante salió a la vereda y lo siguió con la vista, llamándole la atención que enfilara en sentido contrario al domicilio nena.
Poco después cerró el almacén, pero al llegar a su casa habría reflexionado sobre lo sucedido y concurrió al domicilio de la pequeña, para avisarle a sus padres de proceder del misterioso sujeto. El progenitor habría consultado con la policía pero le habrían dicho que no había delito en la actitud referida.
Un 0-800 salvador
El padre de la niña se asesoró con un vecino que le entregó un teléfono 0-800 de una ONG radicada en Vicente López. Cabe destacar que rápidamente desde el conurbano bonaerense se habrían comunicado con la Policía Comunal, dando esta intervención a la Fiscalía Descentralizada de Colón, que inmediatamente se puso a trabajar sobre el caso. Era la medianoche del lunes.
Lo llamativo es que en la casa de la menor existen albañiles realizando refacciones, por lo que el sujeto además de saber el horario, sabía que tipo de tareas se estaban realizando en la casa y donde vivía la presunta víctima.
Las sospechas son muchas. El joven había realizado los trabajos de inteligencia y cuales eran sus fines por ahora se ignoran.
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