El magistrado Héctor Plou, del Juzgado Federal de Junín, comenzó a tomar declaración indagatoria a personal de la Policía bonaerense que se desempeñó en reparticiones que funcionaron como Centros Clandestinos de Detención, durante la última dictadura militar. Se trata de personal jerárquico de la fuerza policial y de otros subordinados responsables directos de los secuestros efectuados contra civiles durante la época del Terrorismo de Estado.
Las indagatorias se realizan en función de una causa que la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires inició como denunciante y querellante en marzo de 2007 ante el mencionado juez, referida a violaciones de Derechos Humanos de las que fueron víctimas ciudadanos juninenses. Los hechos investigados se produjeron entre 1976 y 1977, e involucran a 32 personas que fueron detenidas y permanecieron secuestradas ilegalmente; y a 4 ciudadanos detenidos que aún permanecen desaparecidos.
El circuito de represivo funcionó entre la Comisaría Primera, la Cárcel Provincial en construcción (Unidad Penitenciaria Número 13), que funcionaba como lugar de tortura; luego los detenidos volvían a la comisaría, que era el lugar donde se efectuaba un proceso similar al "blanqueamiento", aunque a veces no eran blanqueados. Desde ahí algunos detenidos eran trasladados a la Unidad 3 de San Nicolás, donde eran puestos a disposición del PEN y luego liberados en el regimiento de Junín. Otros, eran llevados a la cárcel de Mercedes, Unidad 9 de la Plata, según el caso.
También están mencionados como Centros Clandestinos de Detención, el Cuartel Militar de Junín, el Destacamento Policial de Morse y la Unidad Regional de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que funcionaba en conexión con la Comisaría Primera de Junín. La Secretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Sara Derotier de Cobacho, destacó la necesidad de que "estos hechos no queden impunes; si a 33 años de lo sucedido hay gente que dio su testimonio de haber visto a los personajes policiales que se vieron ahí, es lógico que queden detenidos después de la indagatoria, eso es lo que estamos esperando".
El Comisario Manzanares
Tal como lo adelantará el viernes Colón Doce, el ex Comisario Francisco Silvio Man- zanares quedó detenido por esta causa judicial, luego de ser llevado por la fuerza a declarar. Siendo el mediodía salió con la cara tapada y fue llevado al Unidad Penitenciaria 49.
El ex comisario Francisco Silvio Manzanares estuvo en Colón en la mitad de la década de los ochenta. Sin embargo debemos destacar que Manzanares era personal de Inteligencia y tenía el Legajo 9068. Había ingresado a la sección en 1981. En Colón estuvo a finales de 1986 y se enfrentó duramente por su forma de actuar con el ex concejal Julio Alonso.
Fueron momentos de dura tensión. El edil de la Unión Cívica Radical trasladó su inquietud al intendente Rubén Díaz y este se comunicó con el propio gobernador Alejandro Armendáriz. Rápidamente bajó a nuestra ciudad el Ministro de Gobierno Julio Portesi y hubo una reunión donde participaron autoridades municipales, y concejales.
En esta ocasión un empresario colonense que identificaremos como "L.C" había sido raptado en su propia casa, junto a su familia y hasta que no entregó el dinero los ladrones no se fueron. Esto activo una serie de quejas por la seguridad y algún proceder que podría ser violento. El resultado fue que Man- zanares salió de Colón.
El policía fue trasladado a Salto, donde gobernaba Victorio Migliaro Esa ciudad vivía una pequeña ola de delitos que rápidamente fue "cortada" por el ex comisario, aunque muchos decían con métodos impropios. Sin embargo en Salto estuvo más de tres años y fue elogiado repetidas veces por Migliaro por su forma de proceder.
Otro Juicio por la Verdad
El Comisario, Francisco Silvio Manzanares debió declarar en el juicio de la Verdad realizado en La Plata. Se trató de la desaparición de Jorge Feller y su esposa Elsa Beatriz Pérez Arias ocurrida el día 2 de Abril de 1976, en su domicilio de Gonnet provincia de Buenos Aires. El secuestro se produjo mediante un operativo de unos 100 hombres, que irrum- pieron en forma amenazante, revisando toda la casa y en especial la biblioteca de Feller, para luego trasladarlos a la Comisaría de City Bell.
Durante varios días permanecieron vendados y espo- sados, hasta que les ordenan quitarse las vendas y así de esa manera poder tomar contacto con el grupo de personas con quienes venían compartiendo el cautiverio.
A los 40 días le comunicaron que su detención había sido un error, y finalmente el 17 de Mayo del mismo año los llevaron hasta la puerta de su casa, haciéndole entrega de un certificado que aseveraba que no tenían actividades subversivas. Este certificado ya había sido denunciado por otros liberados que han prestado declaración ante esta Cámara.
El 22 de Agosto de 1976, apareció en su casa un grupo de hombres de civil, muy profesionales, conformado por 4 o 5 personas que les robaron cosas de valor de la casa y lo llevan detenido sólo a él, trasladándolo a un lugar se podría tratar del BIM 3, en 122 y 50 , para luego de unas horas ser liberado.
En ese juicio prestó declaración el ex integrante del servicio de Inteligencia de la Provincia de Buenos Aires, Francisco Manzanares, quien prestaba funciones en la Unidad Regional de Policía de la localidad de Junín, y en su declaración no aportó ningún elemento a esta investigación, ya que sostuvo que en esa localidad los pedidos de informes lo satisfacían trasmitiendo esos pedidos a los sindicatos o a las mismas personas, a quienes le hacían llenar una especie de formulario, en algunos casos.
Ante la insistencia de las Abuelas de Plaza de Mayo sobre ese mecanismo de búsqueda de información, dio como ejemplo al Secretario del Sindicato de Empleados de Comercio a quien en varias oportunidades se lo había consultado.
La anécdota del órgano electrónico El ex comisario Manzanares en l986, encargo al agente policial colonense (P) (en el presente retirado) un órgano electrónico. "Vas a ir a buscarlo a Buenos Aires, pero no volvas si lo roban o lo perdés ". El agente viajó en ómnibus y al regreso se quedó dormido abrazado al instrumento musical. No le robaron el órgano, pero llegó sin la gorra de policía que se la sacaron durante el trayecto.
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