De acuerdo con el organismo internacional resulta clave que sectores como la agricultura, la energía, el comercio y la banca se involucren firmemente en políticas racionales vinculadas con una gestión integrada de los recursos hídricos.
Este fenómeno de la creciente demanda de agua encuentra entre sus causas el aumento de la población mundial, la modificación de los hábitos en el consumo de alimentos y la presión ejercida por las crecientes necesidades de energía.
Pronósticos
Según el informe elaborado por 24 organismos y entidades de Naciones Unidas que integran ONU-Agua, aunque una parte de la población mundial sigue careciendo de facilidades de acceso al agua, la demanda actual de ésta es mayor que nunca. En los últimos 50 años, las extracciones de agua dulce se han triplicado mientras que se duplicó la superficie de las tierras de regadío.
El crecimiento demográfico implica, también, una mayor demanda de productos agrícolas y, por lo tanto, de agua. La agricultura es, con gran diferencia, el sector que más agua gasta: su consumo representa el 70 % del consumo total de agua, mientras que el agua destinada a usos industriales y la dedicada a usos domésticos representan el 20 % y el 10 %, respectivamente.
Asimismo el informe indica que en momentos en que la demanda de agua aumenta, algunos países están llegando al límite de la explotación de sus recursos hídricos y agregan que es muy probable que los efectos del cambio climático contribuyan a agravar la situación.
Si bien existen políticas encaminadas a minimizar las pérdidas de agua, mejorar su gestión y reducir su demanda, el informe afirma que estas medidas todavía no han surtido efectos claros. Los expertos aseguran que es fundamental que promover la cooperación entre los gobiernos, las empresas del sector privado y las organizaciones de la sociedad civil.
Mejor gestión del agua
Las redes urbanas de abastecimiento y los sistemas de riego agrícolas son muy ineficaces, si se tienen en cuenta las importantes pérdidas de agua ocasionadas por los escapes, revela el informe. Por ejemplo, se ha calculado que en la cuenca del Mediterráneo se desperdicia el 25 % del agua en las zonas urbanas y el 20 % en las acequias. Con la puesta en marcha de detección de los escapes de agua y una gestión más eficaz de esos recursos sería posible evitar esas pérdidas.
Otro procedimiento que podría adoptarse es la desalinización del agua del mar para usarla como agua potable, o destinarla a usos industriales. Si bien algunos países ya lo están adoptando, aún plantea varios interrogantes, entre ellos, los costos relacionados con el uso de energía y el tratamiento posterior de la sal extraída.
Inversiones en agua
En opinión de los autores del informe, la prosperidad futura de los países depende en parte de las inversiones que efectúen en el sector del agua dado que es clave para el progreso socioeconómico.
Las inversiones en el sector del agua pueden ser muy rentables en diversos planos. Los expertos del informe calculan que cada dólar invertido en la mejora del abastecimiento de agua y los servicios de saneamiento, se obtiene un beneficio que oscila entre 3 y 34 dólares. En cambio, las inversiones insuficientes en estos ámbitos pueden ocasionar una reducción de hasta un 10 % del Producto Interior Bruto (PIB).
Las inversiones en infraestructuras de saneamiento son también beneficiosa, en los países en desarrollo, más del 80 % del vertido de aguas negras se efectúa sin tratamiento alguno, con la consiguiente contaminación de ríos, lagos y litorales.
"La lucha contra la pobreza depende también de nuestra capacidad para invertir en los recursos hídricos", señaló el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura.
Con motivo de la celebración del Día Internacional del Agua la Organización de Naciones Unidas elaboró un informe para que el mundo tome conciencia de la importancia de racionalizar el recurso hídrico. (INFORME)
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